El ex ministro Bono no sabía muy bien en qué iba a consistir la unidad militar de emergencias que anunció Zapatero a bombo y platillo. Ahora ya lo sabemos: servirá para apagar fuegos. No los que genera el Presidente del Gobierno, que para eso ya tiene a su gabinete, sino los realizados por pirómanos y constructores en estas fechas de verano. La unidad militar de emergencias necesita disponer de aviones y helicópteros apaga-fuegos capaces de realizar labores de extinción de incendios, señala el actual ministro, José Antonio Alonso.

Voilá. Aunque sus deseos deberán reducirse a un avión apagafuegos. Por supuesto, habrá más, pero no de la unidad militar de emergencias, que no deja de ser un fuego de artificio presidencial, con perdón del fuego. Y para vestir ese fuego se ha comprado un CL-215T a la compañía canadiense Bombardier. ¿Por qué a esta compañía? Porque según explica Alonso, es la única capaz de suministrar este anfibio en el plazo requerido : mediados de julio para que pueda ser utilizado en la presente campaña de verano. Atención: Alonso informa de este contrato el 21 de julio. ¿Llegamos tarde como siempre? ¿Improvisación y chapuceo? La dolorosa asciende a 24.310.000 abonable en tres cómodos plazos anuales.