Cuando La Caixa entró en la empresa alimentaria Panrico, lo hizo para cobrar sus préstamos y para crear un grupo alimenticio catalán, que incluía producción y distribución. Pero aquel proyecto creativo ya está olvidado. Ahora, La Caixa ha decidido vender Panrico a fondos especulativos de capital riesgo. Permira, APAX, CVC, etc., no falta ninguno, dispuestos a pagar alto (más de 700 millones de euros, seguramente) y a rentabilizar la inversión a corto plazo despidiendo trabajadores o troceando la empresa. Sin embargo, la actual dirección está dispuesta a ponérselo fácil: así, ya antes de la venta, ha comenzado a despedir trabajadores, especialmente en su red de distribución en Madrid. Cuanto menos lastre, más sube el precio.