Alierta reaccionó nombrando director general primero a Julio Linares. La postura de La Caixa está ligada a la crisis interna generada en la entidad por la OPA de GN. En Cataluña ya se prepara la sustitución de Fornesa por Isidro Fainé, quien pasaría a controlar, además, todo el grupo industrial

El ex consejero delegado de Inditex, José María Castellano, verdadero hacedor del imperio del hombre más rico de España, fue propuesto por La Caixa como consejero delegado de Telefónica. La Caixa posee el 5% del capital de la operadora, y es su primer accionista, pero César Alierta tiene una cierta aversión al consejero delegado, así que reaccionó de inmediato : nombró un director general primus inter pares y, naturalmente, de la casa: Julio Linares. Así, nadie protestaría desde dentro y se daría respuesta al argumentario de La Caixa: ya hay número dos en Telefónica para ayudar a un Alierta presuntamente agobiado por el peso de la púrpura aunque parezca llevarlo bastante bien.

En definitiva, la remodelación del equipo directivo de Telefónica, anunciada el miércoles, no fue más que un movimiento defensivo de Alierta brillantemente ejecutado, todo hay que decirlo- que apenas ha conseguido que el protagonismo de la información económica española salga de la OPA de Gas Natural sobre Endesa camino de Telefónica. En efecto, el asunto no ha durado mucho : ya estamos donde antes, en la madre de todas las opas como ya se denominara al enfrentamiento entre Gas Natural y Endesa.

Pero es que hay más. La remodelación de Telefónica pone al descubierto los problemas que todo el entorno Caixa está sufriendo por la OPA de Gas Natural sobre Endesa.

En primer lugar, el hartazgo de Ricardo Fornesa, presidente de la entidad, al que las circunstancias han metido en una espiral de enfrentamientos, por si fuera poco con connotaciones políticas, que ni son de su agrado ni van con su carácter. Todo ello agravado con problemas de salud. En definitiva, no son pocos los que hablan en Barcelona de que Fornesa, 74 años, se marche a su casa antes de que culmine su mandato, en marzo de 2007. A Fornesa siempre le ha guiado cumplir con sus obligaciones pero sus próximos comentan que están un poco hartos.

¿Quién será el sustituto? Pues la verdad es que el asunto está perfectamente pactado. Cuando Antonio Brufau se marchó a presidir Repsol YPF, Fainé y Fornesa pactaron la sucesión en Caixa: Fainé sería el nuevo presidente de La Caixa la retirada de Fornesa y lo sería durante dos legislaturas. En ese momento, un Fornesa de 75 años dejaría el puesto a un Fainé de 65. El problema es que Brufau se encuentra muy a gusto presidiendo Repsol YPF, pero hay un pero : Fornesa se convirtió en el presidente de Caixa Holding, es decir, en coordinador del grupo industrial, el puesto que antes ejercía Brufau. Ahora bien, un Fainé presidente de Caixa Holding sería el superior directo de Brufau, que al fin de cuentas Repsol YPF no deje de ser una participada. Y eso puede ser un problema, especialmente si se adelanta la salida de Fornesa.

Salida que está pendiente de la resolución de la OPA. Un detalle: dos meses después de anunciarse la operación, a primeros de noviembre, Fornesa llama a capítulo a Brufau y le exige que se moje más en la OPA, que pase a primera línea. A fin de cuentas, él es el padre putativo de la operación, el ex presidente de Gas Natural y su segundo accionista en tanto que presidente de Repsol YPF. Así lo hace Brufau, en dos entrevistas periodísticas, aunque Fornesa considera que no es suficiente e insiste en que tiene que dar más de sí, mojarse más. Y es que en la OPA de Gas Natural no sólo están en juego GN y Endesa, Gabarró y Pizarro, sino todo el entorno Caixa, la mayor caja del país y el mayor grupo industrial de España y, dicho sea de paso, el soporte accionarial de un grupo de empresas españolas absolutamente estratégicas.

Si Fornesa se retira antes de la fecha prevista, y no se produce un traspaso rápido de poder entre Fornesa y Fainé, el asunto pude convertirse en un laberinto de pasiones. Y eso, al parecer, no le gusta a nadie.

Tampoco ayuda mucho la guerra de los asesores entre los directivos del Grupo. La Caixa ha contratado a Miguel Ángel Rodríguez, el ex portavoz de Aznar, y se da la circunstancia de Comunicación Empresarial, el equipo de relaciones públicas capitaneado por Juan-Cruz Mas Vidal, asesor permanente de Caja Madrid asesora ahora también a La Caixa, dos entidades enfrentadas en la OPA.

En cualquier caso, Fainé cuenta con el apoyo de los medios catalanes aunque todavía el ex presidente, José Vilarasau intenta influir en su contra- y con el apoyo de muchos periodistas madrileños. Estamos, pues, en una batalla de influencias. Simplemente, todo se precipitaría si ocurriera una de estas dos cosas: que Gas Natural no lograra hacerse con Endesa o que Fornesa se retirara antes de tiempo. Mientras tanto, toca sufrir el estado de incertidumbre.