• A pesar de incrementar las ventas, el apalancamiento continúa asfixiando a la compañía.
  • Se duplica la facturación por Hochtief pero no el ebitda: el negocio tradicional tampoco funciona.
  • Pérez sigue barajando la opción de fusionar Hochtief con la matriz.
  • Al mismo tiempo, presiona al Gobierno con la reforma energética para poder vender su división de renovables, que nadie quiere.
  • De momento, ha anunciado que no habrá dividendo en febrero y que todavía no han decidido la cuantía que pagarán en el de julio.
  • Además, Pérez ha asegurado que el tema Iberdrola queda aparcado para tres años, que es el plazo de la refinanciación de su participación en la eléctrica.
  • Por su parte, el primer impacto en la cotización de las acciones de la constructora ha sido negativo.

Resumiendo: las cifras de ACS son malas, muy malas. Sí es cierto que ha aumentado el Ebitda en un 75,9% respecto al primer semestre de 2011, pero es que es la primera vez que ha tenido en cuenta los números de la alemana Hochtief. Aún así, el grupo presidido por Florentino Pérez (en la imagen), ha entrado en números rojos. Y es que, a pesar de aumentar las ventas un 98,8%, los 8.579 millones de euros de deuda que acumula no le dejan respirar.

Otra de las claves de estos números es el beneficio neto recurrente, esto es, el que no incluye ningún tipo de resultado extraordinario, sino que se centra en la actividad fundamental de la compañía. Pues bien, el beneficio neto recurrente del grupo bajó un 15,4%. La empresa lo justifica por la "menor contribución de la actividad de Construcción y las ventas de negocios en el área del Medio Ambiente, como Clece y Consenur".

Con todo, Florentino continúa barajando la opción de fusionar Hochtief con la matriz, ACS. Ya tiene el visto bueno de los March, aunque tampoco es que le hayan entusiasmado en exceso con la idea. De hecho, la fusión no sería una solución al problema fundamental del grupo (la deuda), y sólo supondría un enjuague contable que mejoraría algo la imagen internacional de ACS, pero poco más.

Por otro lado, Pérez está intentando vender la división de renovables. Pero la tarea no está siendo nada sencilla, y más ahora, en un momento pre-reforma energética. Eso sí, Florentino está presionando todo lo que puede al Gobierno para que dicha reforma no le perjudique. El problema es que, por ahora, nadie ha mostrado el más mínimo interés por las renovables del grupo.

De momento, durante la presentación de los resultados, Florentino ha anunciado que no pagará el dividendo a cuenta que tradicionalmente abonaba en febrero. Pues claro, si ha tenido pérdidas, ¿cómo va a pagar dividendo? Y el de julio, ya veremos, aunque ha asegurado que sí habrá, sin concretar su cuantía.

En cuanto a la participación en Iberdrola, Pérez ha asegurado que el asunto queda aparcado para tres años, que es el tiempo que ha logrado para la refinanciación de su participación en la eléctrica (14,8%), que pretende mantener.

Sea como fuere, al mercado no le han gustado nada los números de ACS: nada más conocerse los resultados, las acciones de la constructora han sido de las más castigadas del IBEX.

Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com