Políticos deudores y banqueros especuladores están terminando con la primacía europea en el mundo. El dinero huye del Viejo continente hacia los emergentes: China, India y Brasil, principalmente. En el interior de la UE, los alemanes intentan recrear el III Reich, mientras agoniza la solidaridad continental. El ídolo financiero exige más sacrificios

El catedrático Huerta de Soto exhibe en Internet una de sus clases, una parte de ellas, titulada La caída del Imperio romano. No estoy de acuerdo con todas sus tesis pero realmente merece la pena escucharle. Entre otras cosas porque su analogía entre la caída del Imperio romano y la actual situación de Europa resulta preocupante. Los subsidios como medios de ganar votos, la renuncia al campo y al esfuerzo refuerzan la analogía entre la Roma Clásica y la Europa del siglo XXI.

Veamos. Historia de la semana vencida: amanece el lunes 10 bajo el gran acuerdo paneuropeo sobre Grecia. Es decir, lo que los especuladores esperaban: que Europa ayudará, no a los griegos, sino a la deuda griega. Naturalmente, los mercados se tranquilizaron el lunes pero el martes volvían a incordiar.

Además, se volvieron hacia España y el miércoles, tras ser presionado por Barack Obama se supone que por encargo de Angela Merkel, que sencillamente no se habla con el presidente español- Zapatero hacía caso del clamor y aplicaba un plan de ajuste. La bolsa española pegó un subidón que duró una sesión, para volver a hundirse.

En resumen, hemos creado un ídolo llamado Bolsa, un ídolo que exige constantes sacrificios humanos. Todo empezó con el comienzo de la crisis, que es una crisis financiera, en agosto de 2007, en Wall Street. El presidente saliente, George Bush, y el entrante, Barack Obama, tuvieron un gran acierto y un sinnúmero de errores. El acierto fue el de Bush, que hizo lo que tenía que hacer: dejó caer Lehman Brothers. Quebró la entidad y no pasó nada. Ahora bien, a partir de Lehman, a Bush le entró el pánico y cayó en el chantaje del ídolo bursátil: salvó a todos los bancos, hipotecarias y compañías de seguros que se habían dado a la especulación y habían quebrado. Luego, Reino Unido, Alemania y Francia hicieron lo propio en Europa. Ahora los especuladores saben que si un banco quiebra, le salvan con dinero público. Y saben algo peor: que si un Gobierno quiebra los otros lo van a salvar. Es lo que ha pasado con Grecia y lo que intentan que pase con España.

Alemania se ha comportado con el Bush de Lehman, pero al final ha cedido. Grecia ha sido salvada y ahora vendrán las caídas en cadena. El ídolo financiero exige sacrificios humanos y es insaciable.

Otra cuestión clave es la forma de salvamento. Porque no se ha salvado a los griegos: se ha salvado la deuda griega, que es muy distinto. La solidaridad europea ha muerto. La UE se ha hecho con fondos, es decir, dinero, no créditos, que iban de los países ricos a los pobres. Lo de Grecia no es una trasferencia de fondos sino un ayuda para que los griegos logren colocar su deuda, es decir, para aumentar la burbuja especulativa comprando deuda griega.

Y es que la peor especulación no consiste en el arbitraje, no es la que hacen los banqueros, sino la que ejecutan los políticos, al inundar el mercado de deudas que luego no pueden pagar. Los políticos europeos se han comportado como irresponsables, que no han sabido crear salarios sino subsidios, que, en pocas palabras, han comprado votos con deuda pública. Es como un ama de casa que apenas tienen fondos para llegar a fin de mes y pide un crédito. Y lo malo es que los gobiernos tienen la facultad de crear crédito.         

Conclusión: Europa está al borde del precipicio y el dinero se marcha hacia los emergentes, que han dejado de serlo, y que, ahora, por vez primera, o gastan más de lo que ganan. Aquel personaje de Dickens aseguraba que la felicidad consiste en tener 20 peniques y gastar 19, mientras la desgracia se conseguía al tener 20 peniques y gastar 21. Los políticos europeos han ganado 20 y han gastado 30. Son peores especuladores que los bróker y que los bancos de inversión porque son ellos los que crean la burbuja la burbuja de deuda, burbuja de papel- que acaba estallando y arrastrando a la economía real.

Y la solución alemana no sirve, La solución germana consiste en que en Bruselas, mejor, en Berlín, se analicen los presupuestos de cada país miembros de la UE. Sería lo más parecido a un III Reich económico y la conversión de los países periféricos de Europa, entre ellos España, en un protectorado alemán.

Si tomamos perspectiva, bien podremos decir que el cóctel de políticos irresponsables y el ídolo de la Bolsa han creado un modelo económico que arrastra a Europa hacia el precipicio.

Y lo malo de la primacía europea es que es primacía cultural. Ha sido Europa quien creó lo mejor del mundo moderno, la sacralidad de la persona y del respeto al individuo, sellado en sus esencias cristianas. Si Europa cae alguien debe tomar ese testigo de modelo social, mucho más solidario que cualquier otro que se haya creado en el mundo. Desde luego, no parece que sean China, India, tampoco Brasil, quienes asuman el relevo, salvo que sea el relevo de la supremacía económica. La actual Administración norteamericana tampoco obedece a esa impronta cristiana.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com