El próximo miércoles 27 de octubre el Parlamento Europeo deberá ratificar el Gabinete que presente el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso. Entre las carteras discutidas se encuentra la del comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, y la del comisario de Libertades Públicas y Justicia, Rocco Buttiglione.

Tras la polémica desatada por la interpretación realizada por los socialdemócratas de las palabras de Rocco Buttiglione sobre la homosexualidad y la vida familiar, Barroso optar por recortar las competencias de su cartera: Libertades Públicas pasaría a ser competencia de una Comisión formada por cuatro comisarios. Aún así, la Comisión de Barroso no ha terminado de gustar a todos los grupos parlamentarios. Los socialdemócratas han pedido remover a Buttiglione de Libertades Públicas y Justicia hacia otra competencia. Verdes y liberales han solicitado a Barroso que prescinda del político italiano.

Por contra, Buttiglione se ha convertido en Italia en todo un símbolo del desafío a lo "políticamente correcto". Goza del apoyo del Grupo Popular Europeo y de la Federación de Familias Polacas, presentes en el Europarlamento. A nivel social, Buttiglione ha contado con el explícito apoyo del presidente de Paneuropa, Otto de Habsburgo, y del movimiento religioso Comunión y Liberación (CL). Además, desde euro-fam y Hazteoir.org se han emprendido campañas electrónicas en apoyo del futuro comisario europeo.

No obstante, el apoyo no está claro. Hacen falta al menos 369 votos y el Partido Popular Europeo cuenta con tan sólo 266. Los 103 restantes deberán ser ganados uno a uno. Desde la delegación italiana se cuenta con el apoyo de 330 eurodiputados, aunque desde el entorno del propio Buttiglione se reconoce que este cálculo es, hoy por hoy, un tanto optimista. La batalla será voto a voto y lo que parece seguro es que en caso de aprobarse la actual Comisión será por una victoria muy ajustada.

Si tenemos en cuenta el procedimiento, no parece fácil que Barroso opte por satisfacer las demandas del grupo socialista de remover a Buttiglione de su cartera. Aunque no es imposible. En caso de que así lo hiciera, gozaría de un apoyo mayoritario de la Cámara y podría actuar con mayor libertad y margen con una mayoría holgada que en caso de que su Comisión fuese aprobada por la mínima. ¿La solución? El próximo miércoles 27.