Y es mejor que la europea y la norteamericana 

Las pruebas de resistencia así lo acreditan. Sin embargo, la mala fama, espuria, nos persigue. El problema es que el propio gobernador, animando fusiones, es quien ha sembrado las dudas sobre nuestro sistema. Bancos y cajas sólo han cometido un error: dar demasiados créditos a los promotores. Sí hay crédito para la demanda solvente según los criterios en boga.
Algo extraño: un gobernador del Banco de España, en este caso, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), se planta en rueda de prensa para asegurar que los bancos y cajas de ahorros que inspecciona, son solventes y rentables, más solventes y rentables que los de otros países de nuestro entorno. Es más, asegura el gobernador que los problemas de liquidez vienen sobre la duda acerca de su solvencia. Ahora bien, cabría preguntarse por qué en unos mercados financieros donde los bancos británicos, alemanes, suizos italianos y franceses y, sobre todo, norteamericanos, han tenido que ser salvados de la quiebra con créditos públicos, eran los bancos españoles, los que han necesitado ayudas mínimas que aún no han comenzado a establecerse, las que resultan más dañadas. Increíble pero cierto.

De inmediato, las entidades salieron al quite, especialmente aquéllas que pueden sacar pecho. Lógico. Incluso las cuatro SIP (uniones de cajas de ahorros) que no superan el coeficiente de solvencia exigido no tienen ningún problema de viabilidad futura. Y ojo, porque las pruebas de resistencia a las que se ha sometido a la banca española son más duras que las que afectan a otros países, sobre todo porque el PIB español se ha despeñado más que los de otros países.

Y las pruebas del algodón es ésta: que la banca española es más solvente porque no han necesitado, ni de lejos, las ayudas públicas que han precisado otras.

En cualquier caso, bien por MAFO, pero debe quedar claro que ha sido el propio gobernador quien ha sembrado las dudas sobre la banca, especialmente sobre las cajas de ahorros. Si no tenían problemas de solvencia, ¿por qué ese empeño en convertirlas en bancos, en introducirlas a un proceso de fusiones no deseado y en alejarles de la participación industrial?

Por lo demás, las pruebas de resistencia o stress tests se basan en el criterio de que la solvencia de una entidad se basa en su capital, en su coeficiente de recursos propios, cuando siempre se ha basado en su morosidad.

Por otra parte, las pruebas confirman, una vez más, que el problema, pequeño problema, de la banca española no consiste en haber dado préstamos hipotecarios, sino en haberse apalancado con promotores inmobiliarios, que es muy distinto. Cuando las vivienda dejaron de venderse, los promotores dejaron de pagar y llegó la mora.

Especialmente grave resulta esta práctica cuando, además, estos créditos se garantizaban con acciones de la propia inmobiliaria o cuando, en la misma línea se prestaba a una empresa para comprar otra con la garantía de las propias acciones compradas.

Eso sí, MAFO, en su defensa de la banca española y de su actividad llega a asegurar que sí hay crédito disponible para los proyectos solventes. No es verdad. En cualquier caso, la actividad bancaria consiste precisamente en eso: en arriesgarse a dictaminar si un proyecto es solvente.

Lo cierto es que los bancos españoles se han dedicado, desde que comenzó la crisis, a tomar dinero del Banco Central Europeo (BCE) al 1% y comprar deuda pública al 3%. Era más cómodo.

Eulogio López                                                                               

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