• Dos retos: cambiar el modelo de negocio, de la intermediación a las comisiones y reducir sucursales y plantillas.
  • La reconversión por la crisis no es suficiente: España mantiene 89 sucursales por cada 100.000 habitantes, frente a las 41 de Francia o a las 24 del Reino Unido.
  • Ahora lo que importa son las comisiones (seguros, gestión de activos, pensiones). Ahora bien, ¿saben vender esos productos las actuales redes
  • Por lo demás, para el negocio actual, intermediación de deuda pública y banca corporativa, se puede hacer con una plantilla mínima.

La banca española termina 2013 con unos buenos resultados gracias al negocio cautivo de la compra-venta de deuda pública. El único crédito que facilita la banca española desde que murió el espíritu cajero (y las propias cajas de ahorros) y se implantó en ella el espíritu de los bancos de inversión, es el crédito corporativo, a grandes empresas, y aún eso con reticencias.

Por eso, los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Sabadell) intentan cambiar de modelo. Hablamos de España, lo que nos lleva a pensar más en las tres últimas entidades que en las dos primeras, que siguen practicando la intermediación fuera de nuestras fronteras, donde el margen de intereses todavía permite el negocio típico. Pero para los que tienen la base de su negocio en España, el cambio de modelo es aún más urgente.

Pero, en España, se acabó la intermediación y todos están convencidos de que hay que ganar dinero por la vía de las comisiones.  Por ejemplo, gestión de activos -fondos de inversión y planes de pensiones- y venta de seguros. Ahora bien, según reconoce una fuente del BBVA a Hispanidad, "nuestra plantilla no sabe vender seguros". Algo que puede extrapolarse a la gestión de activos. En cualquier caso, ese cambio de modelo choca con el otro problema para ello: la excesiva bancarización de España

Vamos con las cifras: En 2008, España tenía 95 sucursales por 100.000 habitantes, Alemania 48, USA 30. Tras cinco años de crisis, a finales de 2012, España contaba con 89 sucursales por cada 100.000 habitantes, Portugal 64, Suiza 50, Brasil 44, Francia 41, USA 35, Reino Unido 24, Canadá 24, Holanda 21, Alemania y Austria 15, Noruega 10. Sólo Chipre (103) nos superaba pero, al parecer, en todas la oficinas chipriotas hablan ruso. También se codea con nosotros  Luxemburgo, con 88 oficinas por cada 100.000 habitantes, sólo que en sus sucursales no se habla ruso sino todo tipo de idiomas, los que hablan los capitalistas que buscan refugio en lo más parecido a los paraísos fiscales que existen en la Unión Europea.

Sí es cierto que las sucursales españolas son más pequeñas pero también lo es que la banca española posee uno de los parques de cajeros automáticos más denso del mundo: 

173 cajeros por 100.000 habitantes, frente a los 150 de Alemania o los 122 de Reino Unido 122. Lo lógico es que hubiera menos sucursales en España porque hay más cajeros.

Ahora bien, ¿cómo afrontar el cambio de modelo y una reconversión laboral durísima cuando el sector ha presentado en 2013 unos resultados mejores que los de 2012 Al menos hasta septiembre.

Esto se parece mucho a una reconversión imposible.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com