La asociación de directores de comunicación de empresas (los famosos DIRCOM) está a punto de romperse. Su máximo responsable, Borja Puig de la Bellacasa, ha conseguido irritar a algunas de las empresas fundadoras de la asociación, es decir, a algunas de las compañías más importantes de España. De hecho, dos de ellas ya han amenazado con abandonar este foro. La razón es que consideran que Puig de la Bellacasa apoya al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, empeñado en establecer la censura previa para las empresas en sus actos con analistas y periodistas, según los criterios que ayer se exponían en la carta de Conthe publicada en nuestra edición anterior de Hispanidad. Puig de la Bellacasa remitió dicha misiva, de tono amenazante, a los socios más significados y les daba 24 horas, ni un minuto más, para responder, se supone que positivamente. Algunos ya lo han hecho, pero no para aceptar el régimen de censura previa que pretende la CNMV, sino para recordarle a D. Borja que no están dispuestos a que la asociación agache la cabeza ante la censura de don Manuel Conthe. Los nervios andan sueltos.