ACI informa: La separación matrimonial dejaba alguna posibilidad de reconciliación. Pero en España esta esperanza ha sido asfixiada. Desde su entrada en vigor hace dos años, la ley del "divorcio exprés" ha traído como consecuencia un explosivo incremento de las rupturas definitivas de las parejas españolas. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el 2006 los divorcios constituyeron el 87 por ciento de las rupturas matrimoniales en el país. En 2004, un año antes de la reforma legislativa, los divorcios constituían sólo el 38. El informe revela que el número de divorcios en 2006 fue de 126 mil 952, es decir 74,3 por ciento más que el año anterior. La duración media de los matrimonios disueltos en el año 2006 fue de 15,1 años, aunque la mayor parte de las separaciones se produjeron tras 20 años de vida matrimonial. El INE destaca el excepcional aumento de los matrimonios disueltos antes de un año que es tres veces superior al número registrado en el año 2005, como resultado de la ley de "divorcio exprés". Este es otro claro ejemplo de cómo la ley de divorcio fomenta el divorcio. Lamentablemente, los legisladores no comprenden que la ley tiene un componente educativo ejemplificador: si la gente sabe que algo es ilegal, se cuestiona más si lo que va a hacer es moral o inmoral. Pero si algo es legal, es raro que alguien piense que es inmoral lo que la ley promueve, a fin de cuentas todos lo pueden hacer, lo hacen y además legal. En algunos países, uno de cada dos niños no tiene padres casados de por vida. La mayoría de las películas de Hollywood para niños sólo muestra un adulto a cargo. ¿Por qué los legisladores y sus votantes no tienen en cuenta el derecho de los niños a tener una familia estable? En el 100% de los países, a medida que se promulgan leyes anti-familia, se incrementan las familias destruidas… ¿quién indemnizará a los niños por los traumas psicológicos de por vida, por la reducción en la performance académica y laboral, por los problemas afectivos que llevan a una genealogía de divorciados, por no contar con un ejemplo cercano de lo que es un amor desinteresado, fiel y de por vida? "Cosecharás tu siembra." Las leyes anti-familia como la del divorcio vincular (que legaliza nuevas uniones que, si no fueron nulas, son concubinatos), de unión civil, de salud irreproductiva y de perversión sexual, que redundan en niños sin familia (familia de veras), tienen y tendrán consecuencias terribles para los países. La violencia, los niños de la calle, la corrupción, la inmoralidad, las violaciones, el caos, el individualismo, la soledad, la depresión, el suicidio, las fobias, son frutos de una raíz deliberadamente dañada y asfixiada por el Estado: la familia formada por un matrimonio de por vida. ¿Es que no se dan cuenta que en la época de nuestros abuelos se vivía más sanamente? ¿Qué causó tanta diferencia? ¿Por qué antes había menos delincuencia y casi no existían las parejas en nueva unión? ¿Por qué las estadísticas correlacionan el crecimiento de las "familias" que no fueron basadas en un matrimonio de por vida, con el crecimiento de la delincuencia? ¿Por qué los países con familias más estables tienen menos delincuencia? Las leyes anti-familia son parte de la explicación… Cada votante, cada político, tendrá que rendir cuentas a Jesús por todas las cadenas de males causados. Cuando aconsejemos el divorcio, cuando votemos un partido divorcista, cuando defendamos imprudentemente la eduación sexópata a pesar de que todos los anticonceptivos fallan, recordemos que esos niños crecerán sin la familia que merecen, sin el amor que merecen, sin siquiera los bienes básicos, sin el ejemplo de un buen padre que les haga comprender el amor del Padre Bueno que está en el Cielo. Por nuestra desidia en defender la familia, miles de almas se perderán: al morir, ¿cómo veremos a Jesús a los ojos? Después de la Misericordia, se aplica la Justicia.