El presidente de la AEB, Miguel Martín, participaba en la mañana de este miércoles en las jornadas financieras organizadas por Caja Madrid. Martín ha planteado muchos problemas, pero ninguna solución. Plantea por ejemplo que en Europa ha primado el principio de la estabilidad sobre el de la igualdad competitiva y el mercado interior. La propia comisaria de Competencia ha reconocido las graves distorsiones que ha sufrido el mercado interior europeo. Más claro: La AEB lamenta que en Europa se haya tenido que adoptar una solución nacionalista y proteccionista que fragmenta el mercado interior. Y se pregunta: ¿Quién compensa a los bancos que, sin ayudas, han sufrido la distorsión en la competencia?
Segunda cuestión. Martín plantea el debate sobre si el modelo de original para distribuir, los derivados, los over the counter y los intermediarios no bancarios se han usado mal o son perversos en sí mismos. El debate no es puramente académico; los intereses políticos y económicos en juego son incalculables.
Por último, plantea el problema de las entidades demasiado grandes, los megabancos, pero no termina de plantear las medidas a tomar. Los dilemas que plantea son: innovación versus estabilidad globalización versus soberanía nacional. La batalla se plantea en el equilibrio de estos cuatro polos; una tarea extremadamente laboriosa que no les recomiendo salvo obligación profesional.
