Sr. Director:

A partir del día 7 de noviembre, las tarjetas prepago de telefonía que no tengan identificados los datos de su propietario, serán dadas de baja.  

Esto y el que obligen a desvelar datos personales automáticos almacenamientos en las comunicaciones, sin autorización judicial, me parece una total invasión en la intimidad de las personas.

Ya sabemos la disculpa, la consabida seguridad, la cual nunca va a existir sin respeto a los derechos fundamentales. Y además, el que el Estado conozca datos personales de las personas, además de invadir del derecho fundamental a la intimidad, es lo que verdaderamente pone en riesgo la seguridad de las personas, porque uno no va ser tan ingenuo de pensar que el Estado actúa a favor del bien de los contribuyentes, y no por intereses creados.

Ana María Vázquez Rodríguez

avr@jet.es