• Y además, urge la supresión de la ley sálica… para que la Infanta Leonor pueda reinar y no nos vuelva a sorprender un imprevisto.
  • Mientras la actitud de CIU, especialmente de Duran Lleida, dinamita todo posible diálogo entre Madrid y Barcelona. Ahora mismo, el PP no va a aceptar ningún acuerdo con Mas.
  • Al parecer, a nadie se le había ocurrido rellenar el vacío legal para cuando Juan Carlos I dejara de ser Su Majestad y, por tanto, perdiera la inviolabilidad.
  • La vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, no aclara si, durante el paréntesis, el Rey estará protegido contra requisitorias en los tribunales.
  • Los juristas de Moncloa y Zarzuela buscan una fórmula para que no haya lapsos en la protección jurídica del monarca.
  • Y es que la decisión del Rey fue personal e inesperada. ¿Cuánto tardaremos en aceptarlo

Jugando con las palabras, quienes aseguraban estar en el ajo de la abdicación regia (como el ex presidente Zapatero quien, para adornarse, aseguró que el SM el Rey de España le había comunicado su decisión de abdicar semanas atrás), hablaban de una hipótesis, y quienes se vieron sorprendidos por la decisión del Rey dicen la verdad: que no les ha asombrado pero les ha sorprendido.

Fíjense si la decisión fue tomada de improviso que el Gobierno no tenía preparada la norma para prorrogar la inviolabilidad jurídica del Rey emérito. Vamos, que un día después de la coronación del Príncipe como Felipe VI, a don Juan Carlos podrán lloverle todas las querellas del mundo.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se las ha visto y deseado para cuadrar el blanco con el negro. Según ella… bueno, no quedó muy claro, pero puede blindarse al monarca saliente mientras los juristas de Zarzuela y Moncloa enhebran el texto defensor. Y que todavía diga alguno o alguna que aseguran que la decisión del Rey no les ha pillado con un pie en el aire.

Por de pronto, la dimisión ha servido para que se paralice el previsto y escenificado pacto entre Madrid y Barcelona. Todo indica que Artur Mas ha entrado en un proceso febril del actor que acaba por creerse su papel. Y en Moncloa y en el PP, ojo, todavía ha molestado más, aún, la actitud de Duran Lleida.

La decisión de los dos líderes de CIU de abstenerse durante la coronación del nuevo monarca, acompañado encima, por las declaraciones de un Duran Lleida muy oportuno, digamos que no, que no ha sentado bien en Moncloa. Asegura don Josep Antoni que España es injusta con Cataluña, lo que ha resucitado el "España nos roba", justo en el momento en que el Gobierno afronta un interregno tan acelerado como trágico, con el republicanismo demagogo en alza y con la izquierda rabiosa.

Ya saben, lo de santa Teresa de Ávila: "El mundo está en llamas, no es el momento de tratar asuntos de poca importancia". Ahora mismo, la posición mayoritaria, tanto en el PP como en el Gobierno, es que hay que romper amarras con la Generalitat y emplear la mano dura con un incorregible nacionalismo catalán que sólo pretende -es la idea dominante en el PP- hacer daño.

Hay que insistir en que molesta más, tanto en Moncloa como en Génova, la actitud de Duran Lleida que la de Artur Mas. Con Artur Mas se percibe el mismo cabreo de siempre. Con Duran Lleida hay profundísima decepción, especialmente desde que reviviera el "España nos roba".

Y naturalmente también se han roto los lazos entre el nacionalismo catalán y La Zarzuela. El futuro rey Felipe VI no está dispuesto a olvidar el agravio con tanta facilidad.

En cualquier caso, abogados del Estado están trabajando a toda velocidad en la elaboración de una ley de rey emérito. No lo duden: todo estaba preparado.

De lo que no se habla es de la supresión de la ley sálica, pues tal es la normativa vigente en España. Una ley para que la Infanta Leonor pueda suceder a su padre, Felipe VI, a título de reina de España, y ya no de reina consorte.

Digo para que un nuevo imprevisto, cualquiera, no nos vuelva a pillar con un pie en el aire. Por lo que parece, con ambos pies en el aire.

Hasta ahora, era el propio Príncipe Felipe quien se había negado. Claro, si se cambia la normativa resulta que la reina de España debería la Infanta Elena, primogénita de los Reyes. Por eso, el Príncipe no dejaba de recordar -también en público- que la reforma para arramblar con la prelación masculina al Trono no era urgente, sino para la próxima generación. Claro, para su hija.

Pues bien, SAR Infanta Leonor será princesa de Asturias en pocos días. Ergo… convendría ponerse a trabajar ahora mismo, aunque Leonor no tenga hermanos varones. Abogados del Estado tiene el Estado como para pergeñar dos normativas al mismo tiempo: el blindaje real y el despeje del camino de la Infanta Leonor al Trono de España.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com