• El mejor colocado es el director general, Ignacio Sánchez Asiaín, aunque no cuenta con las simpatías del PNV.
  • Los consejos de BBK y Vital han iniciado ya el camino hacia la conversión de las cajas en fundaciones bancarias.
  • La guipuzcoana Kutxa se resiste por falta de acuerdo con EH Bildu, que ve una privatización encubierta, aunque tendrá que plegarse a la Ley Guindos.
  • Kutxabank también tendrá que maniobrar, como La Caixa, para salvar su obra benéfico social y seguir siendo soporte a las empresas con su cartera industrial.
  • Son las 'trampas' de la Ley Guindos, la que ha acabado con las cajas, y de la conjura de Basilea, que no le gusta la banca industrial.

Recta final para la conversión de Kutxabank en fundación bancaria. La Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias obliga a las antiguas cajas a convertirse en fundaciones bancarias. Es lo que ya hizo La Caixa el 22 de mayo y lo que han empezado a hacer hoy jueves por partes, los consejos de administración de BBK y Caja Vital, con su visto bueno para que se someta a votación esa transformación en las asambleas ordinarias el próximo día 30. Esas asambleas deberán aprobar también los nuevos estatutos y nombrar a los 15 miembros del nuevo patronato.

La caja 'díscola' en este proceso es La Kutxa, fusionada con BBK y Vital en Kutxabank, aunque tarde o temprano tendrá que hacer lo mismo por 'imperativo legal'. Mientras en las cajas vizcaína y alavesa no habido problema para un acuerdo previo entre el PNV (mayoritario en BBK), el PSE y el PP (necesario en Álava), sí los ha habido en Guipúzcoa con La Kutxa, donde los proetarras de EH Bildu mantienen una importante representación. La coalición radical, que gobierna la Diputación, se opone a la conversión en fundación bancaria. Dice, en su línea, que se niega porque esa conversión equivale a una privatización. Pero tendrá que plegarse como el resto a la ley con la que Guindos dio la última puntilla a la desaparición de las cajas. La Kutxa podría aplazar el proceso hasta noviembre.

En entre proceso de Kutxabank queda por ver quién sucederá a Mario Fernández (en la imagen) al frente de Kutxabank. Es una cuestión de edad. Él ya adelantó que llevará hasta el final la incompatibilidad para los consejeros de estar sentados en el consejo del banco y en el patronato de la fundación. A pesar de que se permitió esa excepción durante tres años, Mario Fernández, más chulo que nadie, se adelantó y dijo que no, que se quedará en Kutxakank. El mejor colocado para sucederle es el director general, Ignacio Sánchez Asiaín, aunque no cuenta, a diferencia de Fernández, con las simpatías del PNV. Sánchez Asiaín, hijo del histórico José Ángel Sanchez-Asiaín, presidente de BBVA y del Bilbao, formó parte del comité de dirección de BBVA -y responsable del banco en América Latina- hasta su incorporación en BBK en 2008, con Xabier de Irala como presidente,  tras ser expulsado de BBVA por un choque con Francisco González.

Hay dos elementos que apuntan a cierto paralelismo entre Kutxabank y La Caixa. El primero, la obra benéfico social, la misma que ha desaparecido, sencillamente, en el resto de ex cajas. Y hablamos de cifras importantes: 500 millones anuales en el caso de la Caixabank y 70 millones en el caso de las cajas vascas. Y en segundo lugar, se trata de entidades con una importante cartera industrial. Las cajas vascas tienen participaciones importantes en Iberdrola, CAF, Enagás, Petronor, CLH, Ingeteam, Itínere, Deoleo o Natra.

Paralelamente también, ninguna de las dos cosas -obra social y banca industrial- gustan a los 'gurús' del momento. Por un lado, la ley Guindos obliga a que los bancos controlen menos del 51% de las fundaciones, lo que pone en cuestión la obra benéfico social. En el caso de Caixabank, se mantendrá a través de la Fundación Bancaria La Caixa. La segunda 'puya' viene de la conjura Basilea (Banco Internacional de Pagos Basilea, BIS), a quien, miren por dónde, no le gusta la banca industrial. ¿Qué supone: pone en peligro el mayor soporte accionarial de empresas estratégicas españolas.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com