Los obispos denuncian que la inseguridad, la corrupción y la codicia están devastando la naciónKenia se encuentra paralizada por una serie de graves problemas como la inseguridad, la corrupción y la codicia por el poder. Compartiendo los propios pensamientos y preocupaciones, los obispos de Kenia, como conclusión de la asamblea celebrada en la Archidiócesis de Kisumu, expresan su cercanía "a los hermanos y hermanas de nuestra nación", invitando a todos los ciudadanos "a tener esperanza" y hacer todo lo que esté en sus manos.

En un reciente comunicado, firmado por el cardenal John Njue, Presidente de la Conferencia Episcopal, y enviado a la Agencia Fides, los obispos analizan la situación y citan como primera causa de preocupación, el "estado de inseguridad", sobre todo en el Norte, donde se han verificado incidentes de quema de iglesias y asesinatos de líderes religiosos.

En particular, los obispos deploran que "algunas personas siguen usando el nombre de Dios y de la religión para matar y mutilar a gente inocente". El extremismo religioso -dicen- "sólo servirá para alimentar los conflictos y crear más divisiones y conflictos entre las comunidades".

Otro problema grave es la corrupción que es "como un dragón que se alimenta en el presente y del futuro de nuestro país". Los pastores instan a todos los keniatas "a ejercer los niveles más altos de integridad en su trabajo y tareas diarias".

La erradicación de la corrupción es una necesidad "para salvar nuestras vidas, nuestra nación y las generaciones futuras". Al lado de la corrupción están también el nepotismo, el ansia de poder y la riqueza, la discriminación basada en la diversidad étnica y religiosa, "que sigue siendo rampante en las administraciones centrales y regionales".

Los obispos también se detienen sobre el proyecto de ley para regular los medios de comunicación, pidiendo que "se fomente la participación pública en el sector de las telecomunicaciones", recordando que el papel de los medios de comunicación es "el de poner de relieve las cuestiones de interés nacional y presentarlas al debate público", de acuerdo a los principios de transparencia y verdad.

En conclusión, el texto, con las palabras de San Pablo, hace un llamamiento a la población a "caminar de manera digna de la vocación de todos", ejercitando valores como la humildad, la mansedumbre, la paciencia, la caridad y la paz, con la esperanza de que sean los valores que inspiran a la nación.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com