Que no aprendemos de la crisis. En todo el mundo -el último, el FMI- se pide más liquidez para salir de la crisis, cuando la excesiva liquidez es la que nos ha llevado a la recesión.

También se pide que fluya el crédito bancario hacia las empresas. En primer lugar, lo que le conviene a empresas y familias es reducir su deuda y funcionar con ampliaciones de capital o con recursos propios las primeras y con sus ingresos las segundas. No hay que aumentar el apalancamiento, hay que reducirlo.

Y el apalancamiento más importante: el de los gobiernos. Luchas hercúleas para colocar deuda pública. Pero hombre, si lo que hay que hacer es reducir la deuda pública, la mayor burbuja especulativa del momento actual.

En España, nos topamos con un nuevo -o sea viejísimo- hallazgo zapateril: el presidente quiere moderación salarial, en un país de salarios bajos, inferiores a los de nuestro entorno, con unas diferencias salariales muy importantes donde el principal problema es un consumo desmayado y donde los convenios aumentan por debajo de la inflación.

No es que salgamos del pozo sino que descendemos hacia sus profundidades.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com