La confianza en el Estado de Derecho y en el desarrollo del sistema judicial es fundamental para el curso normal de la democracia.
Los ciudadanos debemos percibir que no existe más impunidad que la que se contempla en los casos que regula la ley. El juez Baltasar Garzón ha tenido un protagonismo, en los últimos años, que, sin duda, ha traspasado el ámbito del normal reconocimiento del ejercicio profesional.
Un protagonismo que ha conducido a una ceremonia permanente de la confusión entre los órdenes de la política y de la justicia, y que debía acabar en algún momento. Por más que ahora se pretende deslegitimar lo dictado por el juez Varela, la justicia es para todos. También para el juez Garzón. No sería lógico que continuara en el ejercicio de sus funciones.
No es de recibo que algunos grupos mediáticos y el propio Gobierno presionen al Supremo con apoyos a un juez que está en entredicho.
José Morales Martín
