• Costes de la energía verde en ascenso: de 7.000 millones en 2011 a 8.500 en 2012.
  • En junio nueva reforma del Ejecutivo Rajoy, pero sin margen. El sector, abocado a la internacionalización.
  • Iberdrola se salva por el extranjero, GNF por el trading en el exterior y por Hispanoamérica, y Endesa porque los italianos todavía confían en terminar de desguazarla.
  • El consumo de gas subió un 5,7% en España mientras que el ciclo combinado cayó un 23%. En esto consiste el desastre regulatorio.

La producción y venta de electricidad ha dejado de ser negocio en España. Especialmente tras la última reforma del Gobierno (ahora se prepara otra) que ha provocado que entre en pérdidas toda la generación y que tampoco ha conseguido embridar el déficit de tarifa. En el sector en general, y Gas Natural Fenosa (GNF) en particular, que durante la mañana del martes celebraba su Junta General de Accionistas en Barcelona, el Gobierno sencillamente se ha quedado sin margen. La única solución es comenzar a subir -again- la tarifa de la luz. Es decir, que paguen los de siempre: los usuarios.

Decidir subir impuestos en lugar de reducir las subvenciones a las renovables -que está en la raíz del problema del déficit- no es la solución pero es la actitud que adoptó el ministro José Manuel Soria (en la imagen) de respetar las subvenciones pero subir los impuestos y no ha servido. En concreto, las primas a las renovables han pasado de 6.985 millones de euros a los 8.586 millones de euros, de 2011 a 2012: un desastre.

La solución para salir del agujero negro en el que se ha convertido el negocio eléctrico -en menor medida el gasístico- es variado: Gas Natural Fenosa obtiene buenos réditos, no sólo del gas natural sino también del GNL -en todas sus fases y, sobre todo, lo que tiene más margen, la intermediación en el negocio.

Iberdrola tampoco hace negocio en España, sólo en el exterior. Ahí sí. Y Endesa aguantará mientras los italianos de ENEL terminan de desmontar la empresa con una técnica de capital-riesgo depredadora. Es decir, que Endesa sobrevivirá mientras el Gobierno italiano lo considere útil. Y como asegura el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, es muy difícil negociar con un Gobierno extranjero.

El negocio del gas -siempre hablando de España- marcha mejor que el de la electricidad, aunque no mucho mejor. Ejemplo: el consumo de gas subió un 5,7% en España mientras que el ciclo combinado cayó un 23%. En esto consiste el desastre regulatorio. El Gobierno alentó en la década de los noventa la construcción de centrales de ciclo combinado y ahora, esas centrales, que producen una energía preterida respecto a las renovables, funcionan al 10% de su capacidad, al menos durante el primer trimestre del ejercicio.

Y lo malo es que el sector considera que el Gobierno se ha quedado sin margen. Conclusión: la reforma energética definitiva consistirá en lo que ya está consintiendo: en subir el precio de la luz.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com