• Francisco González, ganó 5,1 millones de euros y Ángel Cano 3,7 millones.
  • Los quince miembros del consejo de administración cobraron un 8,9% más, hasta un total de 14,6 millones de euros.
  • La consejera más cuestionada, Susana Rodríguez Vidarte, a cuya reelección se opone el 2,8% de los accionistas. Un porcentaje muy bajo comparado con el 8,13% cosechado por FG en 2013.
  • Las acciones representadas en la última junta del banco alcanzaron el 63,18% del capital social.

El 6,26% de los accionistas presentes o representados en la última junta de BBVA votaron en contra de las remuneraciones de los consejeros. Les parece mal que hayan ganado un 8,9% más que hace un año, hasta los 14,6 millones de euros, mientras el banco reduce el dividendo y congela el sueldo de los trabajadores.

Si a ese 6,26% le sumamos las abstenciones, el porcentaje aumenta hasta el 7,57%. No es mucho y seguramente no preocupa a las altas esferas del banco. Más preocupante es la tendencia, ya que en 2013 ese porcentaje fue del 3,42%, la mitad que ahora (sobre una base superior de votos: participaron el 66,53% de los accionistas, frente al 63,18% de este año).

Y crece el descontento a pesar de que el presidente, Francisco González (en la imagen) anunciara que su sueldo está congelado, aunque ganó un 0,96% más, hasta los 5,1 millones de euros. El consejero delegado, Ángel Cano, que también lo tiene congelado, se embolsó 3,7 millones de euros, un 1,8% más que en 2012.

Durante la junta también se votó la reelección de cuatro consejeros y el nombramiento de otros dos. La consejera más cuestionada fue Susana Rodríguez Vidarte, que recibió el 'no' del 2,8% de los accionistas. Ciertamente, no es un porcentaje muy alto, y mucho menos preocupante que el cosechado por FG en 2013. El 8,13% votaron en contra de su reelección.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com