Alierta no quiere consejeros delegados pero opta por un director general primus inter pares. Lada vuelve al trabajo : sustituirá a Linares como responsable de Telefónica de España. El principal encargo de Linares será coordinar todos los negocios de la Compañía. Le quita trabajo a Alierta, pero no poder. No hay cambios en Móviles. Se jubila Guillermo Fernández Vidal, que continuará como consejero de distintas filiales del Grupo

Si tendría pocas ganas de nombrar a un consejero delegado, tras la marcha de Fernando Abril Martorell, que César Alierta ha optado por un director general de coordinación, una especie de primus inter pares, que no es otro que Julio Linares, hasta ahora responsable de Telefónica de España, es decir de la empresa originaria, pero que hoy se dedica, exclusivamente, a gestionar la telefonía fija en España.

A partir de ahora, Julio Linares (60 años) controlará todas las áreas del grupo, tanto nacional como internacional, tanto fija como móvil será responsable de Recursos Humanos, suministros, etc. Mucho poder efectivo, un verdadero consejero delegado aunque, eso sí, en Telefónica manda uno, llamado Alierta, y las decisiones estratégicas seguirán en sus manos. Lo que hará Linares será quitarle trabajo en el día a día. Linares será un consejero delegado sin ese nombre, pero con un presidente superejecutivo encima, pero también con un equipo a sus órdenes. Linares se sitúa por encima de Luis Lada, Antonio Viana-Baptista, Santiago Fernández Valbuena o José María Álvarez Pallete, es decir, los cinco que mandan en la primera empresa española. Naturalmente, y dado que los dos primeros citados son consejeros y Linares no, el nuevo súper-director general será nombrado consejero de la corporación.

No hay cambios en Móviles, precisamente donde se dispararon los rumores: Viana-Baptista continúa al frente y el equipo directivo de O2 en su sitio.

Se jubila Guillermo Fernández Vidal, un histórico de la compañía. Como premio será consejero de distintas filiales, entre ellas, de Telefónica de España (para calibrar todos los cambios ver la nota y el organigrama hecho público por la propia compañía).

En definitiva, Alierta ha inventado una nueva estructura de gestión, que no es ni la formada por el binomio presidente-consejero delegado, ni la francesa, basada en un único presidente-director general. Por el contrario, él no pierde como presidente ni un adarme de poder, pero se quita de encima el trabajo menos agradecido, que es el de coordinar las distintas áreas esto es, las distintas ambiciones de cada cual-, los terribles recursos humanos de todo el Grupo, y la gestión de Medios que no es poco, oiga.