El discurso del presidente del Instituto de Empresa Familiar es de consenso. Defiende que este consenso debe aplicarse a la vida social y política. En este sentido, apuesta porque sindicatos y empresarios acuerden junto al Gobierno la reforma laboral. ¿Y si no llegan a un acuerdo, debería de legislar el Gobierno?, le preguntan. Una pregunta más pertinente todavía si tenemos en cuenta que Zapatero ha puesto fecha de caducidad a su paciencia.

Si no llegan a un acuerdo deberían encerrarse en un cuarto hasta que lleguen a un acuerdo, señala Roig, con pleno espíritu fenicio y liberal. El gobierno, mejor que no legisle. Esto no lo dice, pero se deduce. Curiosamente los empresarios son los que se muestran más incómodos frente a los sindicatos, que observan la amenaza del Gobierno de legislar con cierta tranquilidad. La espada de Damocles no va con nosotros, señala Cándido Méndez a los suyos.

Por cierto que Roig se considera empresario-empresario. De los pata negra, no como Cuevas que es un funcionario de la patronal. ¿Por qué el presidente de la CEOE y de la AEB no se dedican a la empresa? En lo que a mi me toca, yo lo hago. Y por si no había quedado clara la distancia con la CEOE, el presidente del IEF añade que todas las declaraciones de Cuevas no fueron muy afortunadas.