Sr. Director:

Desde el fallecimiento de Juan Pablo II, más de setenta localidades españolas han rendido tributo a la figura de uno gran testigo de Dios y un empedernido defensor de la dignidad del hombre. Muchas de las grandes transformaciones mundiales hacia la libertad se deben a la acción carismática de Karol Wojtila.

Superó con creces ideologías y siglas. A España la quiso de un modo especial. Su tesis doctoral versó sobre San Juan de la Cruz. Animo a todas las localidades españolas, en especial a Segovia capital, a dedicar una calle, una plaza o unos jardines a la memoria de Juan Pablo II. Seguro que esa placa sobrevivirá a las manías persecutorias post-electorales.

José Luis Hernangómez de Mateo

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