La historia, que abarca desde 1971 hasta el 2001 (con la presentación por Jobs del iPod) nos muestra, paso a paso, cómo se gestó la empresa Apple y la importancia esencial que en ese proceso, y en su innovación técnica, tuvo  Steve Jobs. No obstante,  este biopic no se queda en lo puramente profesional (sin duda apasionante) sino que también, con breves trazos (y quizás demasiadas lagunas argumentales) describe la compleja personalidad de este emprendedor, lleno de creatividad y visión de futuro, pero todo un ególatra  quien, durante su  vertiginosa trayectoria,  rompió lazos con alguno de sus primeros colaboradores: "el mito tenía pies de barro".

La película, que se ve de un tirón, nos muestra a un Ashton Kutcher lleno de tics en su actuación por su empeño en convertirse en  una especie de clon de  Steve Jobs.

La anécdota de la película es que Apple se negó a dejar rodar en sus instalaciones ninguna escena, algo lógico si tenemos en cuenta la crítica mordaz que se realiza a su cofundador Steve Jobs.

Para: Los que quieran conocer la historia empresarial del gigante de la informática: Apple. Abstenerse admiradores de Jobs: este seudobiopic no les gustará