Sr. Director:
El acoso laicista que España ha padecido estos años, impulsado por la gobernante izquierda de corte zapateril, se propuso difuminar el país hasta hacerlo irreconocible.

 

¿Recuerdan la frase del compañero? "A España no la va a conocer ni la madre que la p…". Han progresado en la tarea, pero no lo han conseguido. La Jornada Mundial de la Juventud es una prueba de ello.

El cardenal Antonio María Rouco lo planteó en la multitudinaria eucaristía cuando reivindicó la fe cristiana como "la principal seña de identidad histórica" de España. Ésa es una verdad irrebatible y consolidada, no así la relativista de Zapatero "la libertad os hará verdaderos".

Jesús Martínez Madrid