"La fe ve más allá de los métodos empíricos". Cristo no es un líder religioso: es Dios. No se puede separar a Cristo de la Iglesia. Rouco habla de las JMJ como semillero de vocaciones. Ahora que todo ha acabado, se puede decir: la organización de Yago de la Cierva ha resultado un desastre; el mensaje del Papa y la participación de los jóvenes, dos éxitos.Dejábamos ayer sábado a Benedicto XVI junto a un millón de jóvenes llegados de todo el mundo, hincado en el suelo -para muchos, suelo mojado- ante el Santísimo expuesto en la custodia, en el aeródromo de Cuatro Vientos. El tormentón que arruinó el orden del día sirvió también para la lección sin palabras que Benedicto XVI ofreció al Mundo sobre la existencia real del mismo Dios en la Eucaristía.

Pues bien, durante la mañana del domingo, broche de oro de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Benedicto XVI celebraba la eucaristía en el mismo aeródromo. Pues bien, antes de empezar se avisa por megafonía que, "por respeto al Santísimo", no se repartirá la comunión.

No es buena noticia para quienes tienen la costumbre de recibir la comunión cuando acuden a misa. Pero se comprende. Repartir la comunión, tras la tormenta del Sábado, a un millón de personas, puede provocar muchas dificultades y, sobre todo, puede haber pérdidas de migajas del pan consagrado.

Ahora bien, la comunión se ha repartido en otras jornadas mundiales de la juventud y asistir a un banquete sin comer resulta un tanto curioso. Cuando los invitados son más de 1 millón de personas, el asunto da que pensar. No tengo respuesta ni juicio. Es cierto que los abusos sobre la Eucaristía van a más, pero también lo es que los allí reunidos parecen ubicarse en el grupo de quienes creen de verdad en el cotidiano milagro eucarístico. Y sigo, al final, fueron los VIPS quienes sí pudieron comulgar.

Humanamente -que no sé lo que significa- lo más llamativo es que acudió más gente de la que finalmente pudo entrar en el recinto. Ojo, no porque el recinto no pudiera acogerlo sino porque la organización no estaba preparada para ello. No estaba preparada y, además, resultó un caos. El sábado había sitios VIPS prácticamente vacíos, mientras la multitud se apelotonaba al fondo. Algo parecido al Titanic. El domingo también se prohibió la entrada a quien quería entrar mientras los mejores lugares permanecían vacíos. Miren ustedes, ahora que todo ha acabado ya se pude decir. La organización de la JMJ Madrid 2011 a cargo de Yago de la Cierva ha sido un fracaso; las palabras de Benedicto XVI y la actitud y participación de los jóvenes, dos éxitos.

Vamos con lo importante. Es decir, con el mensaje de Benedicto XVI y del cardenal Rouco, además de la actitud de los receptores.

En su parte dialéctica, el acto central de la JMJ fue introducido por el arzobizpo de Madrid, Antonio María Rouco insistiendo en el porqué de las JMJ: a estas jornadas se viene para decidir el sentido de la vida que, traducido al cristiano, no es más que la vocación cristiana, o mejor, conversión y vocación.

Luego habló Benedicto XVI, como hacen los viejos párrocos: explicando el evangelio del domingo. Por pura curiosidad, era la confesión de Cesarea de Filipo, donde San Pedro recibe el primado y el poder para decidir sobre el bien y el mal: la primacía absoluta para el obispo de Roma.

Nadie podía exprimir un texto de veinte líneas como ese monstruo del pensamiento que es el actual pontífice. Ideas extraídas:

1. Jesús es el Mesías no es un personaje religioso más. Toda visión de Cristo como un reformador religioso no es más que eso: una visión. Cristo es Dios: creador, redentor y padre.

2. El pescador Pedro sabe reconocer al Mesías, a pesar de su nesciencia porque "la fé ve más allá del método empírico". Buena lección para Pepiño Blanco que, como ministro católico, acudió hacerse la foto con el Papa para luego hacer mutis por el foro, y que en la rueda de prensa del pasado consejo de ministros dijo eso de que lo que el Papa decía eran sólo "sus creencias". Pepiño es un gran filósofo.

3. Lo más importante: Benedicto XVI pidió a los jóvenes, me temo que a todos los españoles y a todos los presentes, que le dijeran a Dios: "Me fío de ti". Ese es el comienzo, y el final, de la vida interior, es decir, de una vida plena, el secreto mismo de la felicidad.

4. No se puede llegar a Dios en solitario. Eso es "individualismo" infructuoso. Lo de "Dios sí, pero los curas no", sólo conduce al individualismo y al mareo mental, cuando no a la hipocresía. El cristiano vive a Cristo en el seno de la Iglesia, no contra ella.

Por último, España no se entiende, no ya sin el Cristianismo, sino tampoco sin la Santísima Virgen. De la reciedumbre viene el amor a la madre, así que la señal identificativa de España es que es "Tierra de María", Maryland, si lo prefieren. Así la bautizó Juan Pablo II y así la ha llamado el domingo 21 de marzo, en Cuatro Vientos, su sucesor, Benedicto XVI, ha vuelto a remachar la idea y ha cerrado la JMJ con el rezo del ángelus y otorgando a nuestro país esa misma denominación; Tierra de María. ¡Natural!

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com