Sr. Director:

 

En estos últimos días ha vuelto a sonar la voz del Vaticano contra la intervención norteamericana en Iraq. Estaba un poco calladita desde que, hace más de un año, el ejército de Bush entró en Bagdad, pero el escándalo de las torturas le ha obligado a volver a pronunciarse.

 

Y lo ha hecho muy duramente, señalando que "estamos al borde de un precipicio y que hay que detenerse", según noticia de la agencia oficial vaticana Zenit, con fecha 13 de mayo. Hay una clara exigencia a Estados Unidos para que abandone su política de fuerza y horror. Pero, entretanto, en la Cadena COPE, propiedad de los obispos españoles, todos los días se siguen escuchando las mismas proclamas belicistas de siempre. Su principal emisor, el periodista Federico Jiménez Losantos, no contento con hacer TODOS LOS DÍAS auténtica APOLOGÍA DEL TERRORISMO bélico contra Iraq, la semana pasada por fin se pronunciaba acerca de las torturas que, según ahora ya se sabe, fueron ordenadas por Rumsfeld y compañía.

 

¿Y cuál fue el comentario de la estrella de la COPE?: "No se puede llamar torturas a eso, a lo sumo malos tratos. Para torturas, lo de Lasa y Zabala". La gran pregunta, la pregunta clamorosa, es: ¿A qué esperan los obispos para expulsar a ese periodista de sus ondas, que continuamente habla contra la posición del Papa sobre el tema y, lo que es peor, contra la ética y el respeto a la vida más elementales? Ya van con año y medio de retraso, pero todavía están a tiempo de quitarlo de en medio. ¿Lo harán? No desesperemos.

 

Juan Fernando Sánchez

 

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