Sr. Director: 
Parece que, al menos así lo ha dicho un diario próximo al partido, Jáuregui habría exigido al arzobispo de Madrid el respeto de la Iglesia a las leyes del Gobierno, presuponiendo por tanto que la Iglesia no ha respetado ni tiene intención de respetar las leyes que emanan del Parlamento.

 

En cambio, pienso que lo que tiene que explicar el Ministro de la Presidencia es cuándo, dónde y por boca de quién la Iglesia en España no ha respetado la legalidad constitucional, habiendo sido la Iglesia, por otra parte, uno de los actores sociales más determinantes para el desarrollo y consolidación de una cultura democrática en nuestro país.

Pero lo que no puede pretender el Ministro de Zapatero es que la Iglesia calle ante lo que considera que atentado contra el bien común y el bien integral de la persona. El derecho de la Iglesia y de sus miembros a hablar en la sociedad pertenece a la esencia misma del derecho y del ejercicio de las libertades. ¿No les parece que quien pretenda amordazar a la Iglesia pone de manifiesto una concepción totalitaria del diálogo social?

La Iglesia tiene una doctrina de las relaciones con los Estados y con la sociedad suficientemente publicada y ejercida para no caer en aquello que sólo existe en la mente de quienes la acusan, quizás porque resulta molesta para sus planes de hegemonía social.

José Morales Martín