Menuda humillación cuando Izquierda Unida tiene que recordar al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Cháves, que reclame los 9.500 millones de euros de deuda histórica. Un mensaje que lleva implícita la utilización política de dicha deuda, manejada para desgaste del Gobierno popular y escondida para beneplácito del Ejecutivo socialista. Eso es gobernar por el bien de los andaluces.