Hace poco más de una semana Expansión plagió la información de Hispanidad y lo que es más extraño, se les olvidó citar- acerca de la operación italiana para que la petrolera estatal ENI se quedara con Repsol. Una operación en que se omitía el hombre clave de la misma, actual presidente de Endesa, Borja Prado. Todo un personaje, don Borja. Como presidente de Mediobanca España, algo así como el banco central italiano para la batalla industrial con el enemigo europeo, fue el muñidor de la entrega de la principal eléctrica española, Endesa con el entusiasta apoyo de los Entrecanales- al Gobierno italiano, para quien trabaja.

Es el mismo que, sin despeinarse, financia a Florentino Pérez otro íntimo de Expansión- en su ataque a Iberdrola, y eso siendo el presidente de su principal competidor.

Y esto es bello e instructivo porque con ello podemos aprender cómo se hacen los negocios en la Vieja Europa, generalmente por las páginas de la prensa y las pantallas de Internet. Pasamos de la eléctrica ENEL a la petrolera ENI, ambas propiedad del Gobierno Berlusconi. Volvemos a Expansión y nos encontramos, mismamente el martes 18, con una entrevista con Scaroli, presidente de ENI, entrevista que parece pergeñada (excusatio non petita) con el único propósito de enmendar la información plagiada. Es decir, para aclarar que ENI ni mucho menos está interesada en Repsol. Personalmente pienso que con leer la entradilla y la primera pregunta basta. En la entradilla se deja claro el inmenso potencial de ENI, un gigante que nada puede esperar de un pigmeo como Repsol y en la primera pregunta el presidente de ENI deja claro que lo que único que pretende es consolidar su presencia en España a través de GALP un verdadero monstruo del ranking mundial- y con su alianza con Gas Natural Fenosa, limitada a una exploración y siempre en peligro de ruptura.

Por lo demás, oiga, nada de Repsol, comentarios muy sesudos sobre el devenir del petróleo y la gloriosa herencia de la petrolera italiana a la que la eléctrica italiana ha dejado atrás.

Pero el asunto tiene muchas más enjundia. Basta observar quién formula la entrevista: Se trata de Juan Ramón Fernández Arribas que, por una vez, no ha firmado con su seudónimo: Alazán. Arribas es un antiguo directivo de Repsol ligeramente rebotado los directivos rebotados pueden ser como los curas rebotados: terribles- con su antigua casa, de la que salió tras una dura negociación. Arribas es cuñado de Miguel Ángel Remón, otro ex de la petrolera que preside Brufau y gran amigo, desde los tiempos de Repsol, del director de Expansión, Jesús Martínez Vázquez, quien le abriera las puertas del rotativo económico bajo el seudónimo de Alazán.

Parece claro que Italia desea colonizar empresarialmente España para poder hacer frente a la primacía franco-germana. Lo quiere hacer tirando con pólvora del Rey, gracias al carácter público de sus compañías estratégicas mediante el carácter privado de las compañías estratégicas españolas. Bueno, gracias, sobre todo, a que Italia no es un país cainita y España sí. Los españoles somos, además, los más liberales de la Unión Europea, es decir, los más tontos de la clase en cuanto a política industrial. Además, el cainismo nos encanta y siempre encontramos con un Entrecanales dispuesto a dar el pelotazo a costa de abofetear a un compatriota con la ayuda de un foráneo. Amén de un periódico. Lo que digo, puro liberalismo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com