Precisamente por la superioridad moral de Israel sobre Hamas, el ejército hebreo debe detener la ofensiva. Sí tiene toda la razón: se está enfrentando a terroristas, no a soldados, sí, a miserables islámicos que se escudan detrás de la población civil, de sus propios hijos.

Y sí, el mundo está lleno de idiotas como Cayo Lara, que habla de la agresión israelí a Palestina, pero eso nunca cambiará.

El caso es que la defensa no puede ir más allá del daño ocasionado. Es triste que los miserables de Hamas hayan secuestrado y asesinado a tres adolescentes, pero devolver el golpe matando a más de 500 personas, la mayoría civiles, hombre, no parece muy proporcionado.

Sí la culpa la tiene Hamas, pero el castigo al culpable también debe ponderarse. ¡Ya basta!

Dicho esto, el ministro Margallo da en el clavo cuando asegura, tras la reunión de los ministros de Exteriores de la UE, que lo de Gaza no es un incidente, sino algo que viene de atrás y que no se solucionará si no se crean dos Estados, israelí y palestino, sobre las fronteras de 1967. Y, esta vez sí, habló de solucionar, además, la cuestion de Jerusalén, como ciudad abierta, cuna de las tres religiones, también la de los cristianos, que son los peor parados en Oriente Próximo. ¡Menos mal que cita a Jerusalén! Aunque no haya citado a los cristianos.

Eulogio López

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