El 6 de agosto de 1945 estalló la bomba en Hiroshima; el 9 de agosto fue Nagasaki quien sufrió los rigores de la bomba atómica. Sesenta años después Irán tensa la cuerda y anuncia que prosigue con su programa de uranio enriquecido en contra de las advertencias de la Unión Europea y Estados Unidos. Estamos de nuevo ante una situación que puede romper el frágil equilibrio mundial. Y de nuevo ante la amenaza atómica. Porque el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra... aunque estudie historia.