Sr. Director:
Un millón de desplazados y cientos de muertos en pocos días es lo que ha dejado a su paso el llamado Estado Islámico de Irak y el Levante, un conglomerado de grupos suníes más radicales aún que Al Qaeda. 

Mientras pasa todo esto, el primer ministro Al Maliki intenta plantarles cara, ellos han tomado a sangre y fuego Mosul y Tikrit. Hasta el presidente iraní, Hasan Rohaní, sabedor de la inquina antichiita que les mueve, ha ofrecido colaboración a EE.UU.

Irak se encuentra ante el peligro de convertirse en un Estado fallido. Y es que los radicalismos islámicos son tantos y tan impredecibles que la amenaza es constate y en cualquier parte.

J.D. Mez Madrid