• El cardenal Fernando Filoni y el patriarca de Babilonia, Louis Sako, señalan en un comunicado conjunto que "es urgente intervenir" para proteger a las poblaciones locales.
  • Tras ver las tragedias en Mosul, Nínive y Sinjar, solicitan remediar las carencias de la gente con ayudas de primera necesidad.
  • El Estado Islámico se ha hecho fuerte: sólo en julio y en Siria ha reclutado 6.000 combatientes.
  • El comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur) lanza una de sus mayores operaciones de asistencia para atender a medio millón de iraquíes.

El cardenal Fernando Filoni (en la imagen), enviado especial del Papa en Irak, y el patriarca de Babilonia de los caldeos, Louis Sako, han señalado en un comunicado conjunto que es urgente intervenir inmediatamente con ayudas de primera necesidad y también para garantizar la protección de las poblaciones locales, víctimas de la violencia de los yihadistas del Estados Islámico (EI). Como ha publicado Hispanidad, las atrocidades del grupo terrorista han tenido en el punto de mira a las minorías religiosas -cristianos o yazidíes- que no quieren convertirse al islam y a los que amenazan con la muerte.

Dan una idea de lo fuerte que se ha hecho el Estado Islámico y de los combatientes que ha logrado captar en países musulmanes, tras la llamada a la instauración del Califato de su líder, Abu Bakr al Bagdadi, los datos publicados este martes por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. En él se da cuenta de que más de 6.000 milicianos se unieron en julio al EI en Siria. Las cifras globales cuantifican en 15.000 los terroristas reclutados.

El papa Francisco no ha hecho otra cosa que recordar los principios de la guerra justa, mientras su enviado personal, el cardenal Fernando Filoni, y el Patriarca Sako, acompañados por el nuncio apostólico y por los obispos locales, se reunieron con las autoridades políticas de la región semiautónoma del Kurdistán y visitaron a los refugiados cristianos, yazidies y otros en las provincias de Duhok y Erbil, informa fides.org.

Tras escuchar y ver las tragedias y el sufrimiento de muchas familias que han abandonado sus aldeas, sus casas y propiedades, especialmente en Mosul, en la llanura de Nínive y en Sinjar, se han unido al llamamiento del patriarca a la comunidad internacional y a los países y las organizaciones internacionales que tienen una mayor responsabilidad moral en la zona para que "se intervenga inmediatamente llevando ayudas de primera necesidad: agua, alimentos, medicinas, servicios sanitarios, etc.".

También piden ayuda para que "se libere a las aldeas y lugares ocupados, tan pronto como sea posible y de una manera estable. ¡No debemos dejar morir la esperanza de las poblaciones!".

El comunicado conjunto añade que "se proporcione una protección internacional a estos pueblos para alentar a las familias a regresar a sus hogares y continuar su vida normal en seguridad y en paz. Muchas veces la gente nos ha gritado: ¡ayudarnos a volver a vivir!".

No es de extrañar que Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) haya anunciado este martes, en ese contexto, el lanzamiento de una de sus mayores operaciones de asistencia: hará llegar suministros a más de medio millón de personas desplazadas por el conflicto en el norte de Irak. La operación comienza hoy en Erbil, en el Kurdistán iraquí. La ayuda partirá de Aqaba (Jordania) y se unirán después otros convoyes por carretera desde Turquía y Dubai.

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com