Subió la inflación en marzo sí, hasta situar la tasa anual en el 3,4%. De inmediato, Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura y hoy portavoz de Economía del primer partido de la oposición, advirtió que la inflación comenzaba a descontrolarse en España, que éramos el país más inflacionista de la Unión durante el presente año y que, unido este mal dato de precios al desequilibrio exterior, las salvas se iban a volver lanzas.

Lo cierto es que la inflación subyacente, sin alimentos no elaborados ni petróleo, se sitúa en el 2,9%. Que la inflación subyacente sea más baja que la general, algo dice, y no se trata de algo malo.