Zapatero afirma sentirse contento con su equipo, pero los rumores son cada vez más intensos

 

Jordi Sevilla coloca la gota que colma el vaso: Zapatero maltrata a sus ministros. El equipo económico, quemado. Zapatero necesita dar un impulso con unas encuestas de cara. El semestre europeo está amortizado. De la Vega está más fuera que dentro: vuelve a ausentarse de la sesión de control.
Los rumores de crisis de Gobierno son cada vez más intensos. Y de crisis temprana. Semana Santa tiene el handicap de que se cambia de caballo a mitad de semestre europeo. Queda mal. Pero de perdidos al río. Al fin y al cabo, el semestre europeo ya está amortizado políticamente. Se multiplica por cero y sigue siendo cero. La ventaja de la crisis en Semana Santa es que pasa desapercibida: como la legalización del Partido Comunista.
¿Por qué necesita hacer una crisis? Principalmente porque las encuestas no le son propicias. Si hubiera elecciones hoy, el PP resultaría vencedor. Las catalanas de otoño pronostican un derrumbe del tripartito y en Andalucía ganaría por vez primera el PP. Si a esto le sumamos la crisis económica y la descoordinación gubernamental, el cóctel es explosivo.
Pero hay razones económicas. El ECOFIN dictamina este miércoles el tirón de orejas a nuestro Gobierno. Ya lo adelantaba Almunia el lunes: las previsiones del Gobierno son insuficientes. También lo denunciaba el BCE: no se percibe voluntad de regresar a la estabilidad presupuestaria. El asunto griego ha sido resuelto tras varios tiras y aflojas. Y la solución consiste en un ajuste de caballo. Una especie de protectrado alemán. Tras Grecia, toca ocuparse de España. Y Salgado no ofrece suficiente confianza. Habrá que buscarle un puesto en UNIFEM o así. Algo progre y feminista acorde a su perfil. Patada hacia arriba.
Cuando la tormenta financiera vuelva a arreciar -y volverá- Zapatero se vera impelido a mover ficha. Necesita un equipo creíble, que tranquilice a los mercados. Y esa persona es José Manuel Campa. Está quemado. No se siente cómodo. Pero se le puede convencer con el mismo argumento con el que se le convenció para que fuera secretario de Estado: España te necesita. En caso contrario, habrá que buscar alternativas en el director de la Oficina Económica, Javier Vallés; o en el secretario de Asuntos Económicos, Octavio Granado.
Que Salgado está fuera lo demuestra que Sebastián se atreviera este martes a corregirla afirmando que sólo el 25% de la subida del IVA se trasladará a precios. La misma vicepresidenta económica se permitió desautorizar a Zapatero afirmando que no estuvo bien suprimir Patrimonio al día siguiente de que Zapatero presumía de la decisión. Dª Elena está amortizada.
También está amortizada De la Vega. ¿Razones? Sus enfrentamientos con la otra vice, la descoordinación absoluta del gabinete y la falta de impulso. Dice no estar cansada, pero la realidad es que ha sido amortizada ya por el PP que no le pregunta en las sesiones de control. Un golpe bajo que ella no ha sido capaz de asumir. Además, Zapatero le va a cobrar con retraso pero con IVA alzado la campaña en su contra que le montaron las feministas cuando De la Vega sonaba como candidata para la alcaldía de Madrid. Además, en el PSOE no le perdonan que no se haya afiliado. Ella se lleva en su haber la Ley Aído, su gran patrimonio
Por supuesto, sube Blanco, el gran descubrimiento zapateril. Son duda Moratinos y Corbacho. El primero porque se empeña en mantener las posiciones progres en Cuba y Venezuela cuando el mundo -y también el PSOE- van por otro lado. Corbacho es el ministro del paro y se ha autoexcluído al afirmar que si sube Blanco sube él también. Las fumatas blancas, para el cuaderno rojo de Zapatero. Rubalcaba y Sebastián se mantienen. Del resto, nada importa. Sus competencias son inexistentes. Tan sólo valen para la cuota.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com