El presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEE) y presidente de Pikolín, Alfonso Solans, almorzaba el lunes 7 con los miembros de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). En tono informal, Solans fue respondiendo a las inquietudes de los plumíferos. Pero antes expresó sus inquietudes. Una de ellas era la deslocalización. Por eso, demanda que el Gobierno impulse la internacionalización de las empresas españolas mediante incentivos fiscales. "Es injusto que un euro repartido en dividendos tribute igual que un euro invertido en la expansión internacional de la empresa", señaló. 

Su proyecto es que las compañías españolas extiendan sus plantas por el mundo para que los centros de decisión estén en España "y los problemas de deslocalización los sufran otros". En su visión, actualmente tenemos problemas porque las decisiones de deslocalización se toman en Zurich o Tokio, pero no en Madrid. 

Este fue el punto fundamental, junto a la fiscalidad. El IEE ha realizado un informe comparativo sobre la fiscalidad en la Unión Europea. Solans defiende que "no se puede estar fuera del contexto en el que nos estamos moviendo" y no quiso descender a los detalles sobre el recorte de tramos, el modelo 30/30/30 o la rebaja al 30% del Impuesto de Sociedades sin deducciones fiscales. "La verdad es que esos temas no son muy relevantes, lo importante es que se apoye la internacionalización de la empresa", explica. 

Además de estos temas, Alfonso Solans señaló lo siguiente:

1.- Existe un clima de crispación social que nos preocupa en la medida en que puede afectar a la confianza de los consumidores. Hay tiranteces, malestar en general, rabia, envidia, desigualdades. También con los nacionalismos y las "velocidades". Hemos pasado de ser una, grande y libre a muchas, pequeñas y cabreadas.

2.- En la UE hemos pasado de ser pobres a ser medio ricos. Hemos dejado de competir con Francia y Alemania para competir con los países de la Europa central, de un enorme potencial. Tenemos que prepararnos y adaptarnos para competir con China o India, que son unos monstruos muy potentes.

3.- Tenemos que trabajar más y mejor. No más horas, pero sí con más eficacia. Porque tenemos que ganar la batalla de la competitividad. Me resisto a pensar en una Europa asilo, atendida por inmigrantes. Y para que ese escenario no se dé, hay que trabajar e invertir. Por eso, creo que las inversiones deberían estar primadas fiscalmente.

4.- Si alguna vez parecemos poco transparentes, no es que queramos ocultar información o tratarnos mal, es que no queremos dar información adelantada a la competencia. Os ruego comprensión en ese sentido.

5.- Solbes me parece un ministro fantástico, un gran gestor, que está afrontando un reto difícil con un Gobierno que "ganó sorpresivamente". Cayeron en Madrid y Solbes debe trabajar junto a "centros de estudios cercanos a Moncloa" encargados de desarrollar el programa electoral del PSOE.

6.- Soy partidario de una gerencia profesional. "La cosa hay que ganársela y no vale con apellidos". En el Consejo: una mezcla de familia y profesionales. En la gestión, los mejores, se llamen como se llamen.