Sr. Director:

Hace tiempo que escucho a nuestros políticos exponer que la emigración es necesaria, por la baja natalidad que no permite el relevo generacional y por que los españoles no queremos desempeñar ciertos puestos de trabajo.

Vivo en Alpedrete, pueblo de Sierra de Madrid. Aquí convivimos con mucha población inmigrante que ocupa dignamente puestos de trabajo y participa de nuestras condiciones de vida. No suelo bajar a Madrid capital, pero la pasada semana lo hice para acudir a un curso en Ciudad Universitaria. Me encontré con una marea de inmigrantes subsaharianos que me ofrecían ayuda para aparcar y cuidar el coche. Me entristecí. Uno de los días aparqué frente a la UMP en un momento en el que no se veían aparcacoches en la zona. A las 7:00PM mi marido, a quién había llamado la policía, me comunica que ésta ha detenido a un ladrón que se llevaba de mi coche el radiocassete y algunos CDs. Efectivamente, un chico nigeriano había advertido como alguien rompía la ventanilla de mi coche y estaba introduciendo en una mochila los objetos robados. Le llamó la atención, lo persiguió, lo detuvo y lo denunció a la policía. ¡Bien por Abiola!

Ánimo a los inmigrantes que llegan a nuestro país buscando una vida mejor con tan buena voluntad. Y un "cero patatero" a los políticos que se llenan la boca con las bondades de la inmigración y no son capaces de hacer politicas que puedan llevarles a unas condiciones de vida dignas. Me olvidaba. El ladrón es un español drogadicto, lo que daría para otra carta.

Mª Sonsoles Beltrán Castillo

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