• El fabricante óptico, hoy propiedad del fondo de riesgo Sherpa, ha vivido en una crisis permanente desde 2010.
  • Entró en concurso de acreedores, que superó en 2012, tras un ERE contundente, pero la evolución del negocio no mejoró.
  • En diciembre de 2013 Indo tiró la toalla: la compró el fondo de capital riesgo Crealux Innova, de Sherpa Capital.
  • Crealux se comprometió a 'salvar' al 90% de la plantilla, pero con una "sustancial" rebaja salarial al margen del convenio.
  • Los trabajadores no aceptaron y al final el Jugado de lo Mercantil de Barcelona ha dado la razón a la empresa.

El fabricante óptico Indo es desde 2010 una sociedad con problemas. Hoy pertenece al fondo de capital riesgo Crealux Innova, del grupo Sherpa Capital, que se comprometió en marzo a mantener más del 90% de la plantilla, formada por 432 personas, pero con una rebaja salarial que el juez instó a negociar entre las partes, aunque estaba prevista en el acuerdo de compra, en diciembre de 2013. Se planteaba, en suma, una rebaja de los sueldos, al margen de la negociación colectiva o del convenio vigente en Indo. Finalmente, el Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona ha declarado justificada esa "modificación sustancial de las condiciones colectivas de trabajo de Indo" y así lo ha comunicado este jueves Indo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las razones no son otras que las que da la reforma laboral. El juez ha tenido en cuenta, en esa línea, las circunstancias económicas adversas, de acuerdo con el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que admite esa posibilidad "cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción".

El Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona es un viejo conocido para Indo: autorizó hace cuatro años un ERE en la compañía, entonces en concurso de acreedores, y que afectó a unos 240 trabajadores. El expediente afectaba también a 56 trabajadores de las 14 ópticas de las cadenas Novolent y Europtica, para las que Indo no encontró comprador.

El grupo superó finalmente el concurso de acreedores en 2012 tras lograr un acuerdo con la mayoría de los acreedores.

Pero la mala evolución del negocio siguió estrangulando a la compañía y a finales del año pasado decidió tirar la toalla. El Juzgado mencionado aceptó la liquidación de la sociedad y la venta del negocio al fondo de capital riesgo Crealux Innova, del grupo Sherpa Capital, presidido por el valenciano Eduardo Navarro. El juzgado mercantil confirmó en febrero la adjudicación de la empresa de material óptico a Sherpa.

Los últimos pasos de esta crisis fueron en marzo, cuando el mismo juzgado de Barcelona instó a las partes a iniciar un periodo de consultas sobre la "modificación sustancial" de las condiciones de trabajo. Esta rebaja era la que estaba prevista en el acuerdo de compra por el grupo Sherpa Capital.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com