Lo cuenta Dale Ahlquist, uno de los grandes estudiosos de Chesterton, cuando habla de las profecías del jovial periodista: "la propia búsqueda de la salud -asegura Chesterton- siempre conduce a algo que es nocivo".

Profetiza el británico, hace 100 años, que la modernidad "llegará a prohibir fumar en una sociedad libre. Entrará en vigor el control de la natalidad. Todo estará regulado 'incluso el culto a la sal'".

Y es que tanta obsesión con la salud y la seguridad acaba atentando contra la salud y la seguridad.

Y así, "los hombres modernos han perdido completamente la alegría de vivir... y tienen que elaborar los mezquinos sustitutos de la alegría. Cada vez parecen más incapaces de disfrutar".  

Y así, inventamos el cigarro electrónico para dejar de fumar (con lo bien que huele el tabaco natural, sobre todo el de pipa). Y ahora la ministra de Salud, Ana Mato, se ensaña contra el cigarrillo electrónico... porque también es nocivo.

Disfrute de la vida y no se dedique tan solo a sobrevivir. Los médicos no nos han alargado la vida, nos han alargado la vejez... y nosotros nos hemos cargado la alegría y la gratitud por estar vivos. Una tragedia considerable.

Y es que todo esto me recuerda a aquel chiste del hombre que va al médico y éste le receta moderación en el comer, nad de fumar, nada de beber, nada de sexo, nada de trasnochar. El paciente pregunta: ¿Y usted cree que así viviré más tiempo A lo que el médico responde: "Si va a vivir más no lo sé, pero se le va a hacer de un largo".

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com