La evolución del impuesto sobre las nucleares en Alemania, con el que Merkel quiere financiar la transición hacia la renovables, está siendo seguida muy de cerca por el resto de Europa, particularmente por España. El Gobierno Zapatero busca huecos donde colocar nuevas tasas y en cuanto a la colocación de impuestos a las nucleares no le importa seguir los pasos del Ejecutivo germano.
No cabe duda de que supondría una nueva fuente de ingresos, pero España no se parece a Alemania. Para empezar, el kilowatio nuclear en España se está pagando a 45 euros de media mientras el kw nuclear en Alemania se paga a 55 euros. Además, las centrales españoles son más modernas, ninguna cumple los 40 años hasta 2020. Por último, ya se paga una tasa a ENRESA, la empresa que presta los servicios de almacenamiento de los residuos nucleares. Si Industria quiere, acabará poniendo una tasa, pero no será porque existen motivos.
Mariano Tomás
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