Sr. Director:
Tanto economía como seguridad, siempre serán consecuencia de la superior garantía que las posibilita: la "seguridad jurídica".

La seguridad en general interpretada como "nada que temer" es abarcadora para personas, bienes y servicios económicos, concluyéndose que debe estar fundada en voluntad política y su consecuente correlato en el Derecho.

Seguridad Jurídica es la "sensación, convencimiento y realidad de que se respetarán los derechos adquiridos con legitimidad y que se tendrá la capacidad de prevenir y castigar su violación". Va de suyo que debe formar parte de la firme vocación del Estado por gobernar respetándola.

Cada improvisación, cada incumplimiento oficial, cada abuso o negligencia de la administración estatal demuestra, no obstante cualquier propaganda, que descuidar la seguridad jurídica en las actividades productivas, en el trabajo, en el comercio y en las costumbres y tradiciones valorativas de la población, terminará afectando la propia seguridad de personas y bienes.

España y La Argentina sufren distintas instancias de esta perversión organizativa que solo puede

pronosticar "imprevisibilidad": ¡nada bueno!. 

Claudio Valdez