La industria de Defensa española muy pegada a José Bono como debe ser. Tecnobit e Indra se convierten en las dos puntas de lanza del sector. La Caja de Ahorros de Castilla La Mancha compra la división aeronáutica de Gamesa. Bono quiere que esa división se fusione con la manchega Tecnobit, de Eugenio Vela

Gamesa, propiedad de IBV (Iberdrola y BBVA, principalmente) se trocea. En la mañana del martes se daba a conocer que la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha (CCM) se hacía con la división aeronáutica de Gamesa. ¿Qué hace una caja de ahorros regional comprando una empresa que fabrica piezas viales para helicópteros? Pues mucho, porque es la caja de La Mancha, es decir, la tierra del ministro de Defensa, José Bono, y está presidida por el socialista Juan Pedro Hernández Moltó.

Pero es que el asunto no termina ahí. El siguiente paso es fusionar esa división con Tecnología Industrial y de Defensa (Tecnobit), que en 2000 facturaba unos modestos 21,3 millones de euros, pero que ahora se está forrando con cargo a los contratos públicos y plantando cara a Indra, dedicada tanto a la defensa como a la información (y a veces a ambas cosas a la vez). Tecnobit, radicada en Castilla-La Mancha, casualmente, está dirigida pro Eugenio Vela, un ex de Amper próximo al ministro de Defensa. Así, le ha quitado a Indra varios contratos. Por ejemplo, es el fabricante del designador láser para el F-18 del Ejército del Aire, y colabora cada vez más intensamente desde que Bono está en el ministerio, con General Dynamics, propietaria de Santa Bárbara-. Ya sólo falta que el helipuerto de la sociedad se coloque en la Ciudad Francisco Hernando, más conocida por el Emporio del Pocero, enlace manchego situado a 40 kilómetros escasos de la capital de España. Es sabido que a don José le encanta viajar en helicóptero.

Por eso, Indra se ha visto obligada a contraataca. Aunque presidida por Javier Monzón, cercano al PSOE, es propiedad de Caja Madrid y los Albertos, especialmente de la primera. Por eso, se ha decidido a darle el visto bueno a los 150 millones de euros que exige IBV por Azertia, aunque esta empresa dedicada a la tecnología de la información sólo facturó 185 millones de euros en 2005.

A Bono, todavía le queda otra baza: Hispasat. Abertis quería comprarla, pero Bono exigió a Telefónica que no salga del accionariado, al igual que a BBVA y a Amena (hoy France Telecom). Hispsat vive del presupuesto, así que Bono ha querido mantener en la Presidencia a Petra Mateos. Y es que don José nunca hace ascos a la amistad con los empresarios. Y en el Bazar de las Armas y los sistemas de información es mucho dinero el que está en juego.