• Un acuerdo difícil ante el plan de reconversión.
  • Sánchez Lozano (CEO Iberia): "He sufrido 34 convocatorias de huelga en los 41 meses que llevo en Iberia".
  • Para la compañía, el problema no es sólo que los pilotos y azafatas, así como el personal de mantenimiento, cobren mucho, sino que producen poco.
  • La fusión con British le ahorra a Iberia más de 100 millones de euros. Eso sí, las dos compañías no se ayudan: estamos ante una fusión fría: no hay compensaciones.

El plan de transformación de Iberia, según Rafael Sánchez Lozano, consejero delegado de la aerolínea (en la imagen), es inevitable porque la compañía cerrará el año 2012 con unas pérdidas diarias que rozan el millón de euros. Según Lozano, la compañía no es viable por unos costes no competitivos. Y eso significa que más de 6.000 trabajadores se van a la calle.

Y el coste diferencial básico es el salario de pilotos y TCP (Azafatas). Por ejemplo, un comandante de Iberia supone unos costes laborales de 203.000 euros anuales por unidad, frente a los 160.000 de sus colegas en líneas iberoamericanas, la principal competencia actual de Iberia, o los 102.000 de sus pares en el bajo coste.

Los TCP de Iberia salen por 80.000 euros, frente a los 35.000 de Hispanoamericana o los 27.000 del bajo coste. Pero lo peor no es eso, lo peor es que esos mismos pilotos trabajan un 23% menos que los de las líneas hispanas.

Además, las huelgas continuadas del SEPLA, indica el Ceo de Iberia, han lastrado la imagen de la compañía que se ha convertido en no fiable.

En lo que se refiere al personal de tierra, sobre todo en handling, los costes son un 40% superiores a los de la competencia.

Así llegamos a la cifra mágica -magia negra-: 863 millones de euros de pérdidas en 3 años. En consecuencia, en cinco años se han perdido 1.200 millones de euros de caja. Quedan 1.074 millones de euros y no se puede esperar más.

El problema no está en la fusión con British Airways, que no ha supuesto sustitución de rutas, asegura Lozano, en respuesta al SEPLA. De hecho, la fusión con BA ha supuesto 100 millones de euros anuales de beneficios extra de Iberia, no va a perder su españolidad: "En diciembre cumplimos 85 años y durante otros tantos seguiremos siendo empresa española".

Al final, ¿qué es lo que pretende Iberia con un plan contestado por los sindicatos que preparan jornadas de huelga? Pues quiere salarios como los de Vueling, su filial que marcha bien y que está siendo opada por la matriz IAG.

¿Y por qué no por la propia Iberia, propietaria del 45%? Pues porque no estamos para hacer gastos, responde Lozano.

En cualquier caso, la actitud de los sindicatos de tierra es comprensible. La reducción prevista de plantilla significa lo siguiente: 4.500 de tierra, 537 pilotos, 932 azafatas y 582 de mantenimiento se van a la calle. Los sindicatos, y esta vez no es el montaraz SEPLA, se niegan a negociar. Sencillamente, no aceptan estas cifras y anuncian huelgas.

La ministra Ana Pastor solicita que se mantenga la españolidad de Iberia y anima a negociar, pero en estas macro-reconversiones es difícil hasta llegar a un principio de acuerdo.

Y a Lozano no parecen arredrarle las movilizaciones: "He sufrido 34 convocatorias de huelga en los 41 meses que llevo en Iberia". Sí, es cierto, pero hasta ahora eran huelgas de pilotos, empeñados en mantener sus ingresos y, sobre todo, su poder de control. Ahora es el personal, que siempre ha colaborado con la compañía, quien se rebela contra una destrucción de empleo tan fuerte. Puede que sea necesaria pero es fortísima. Y la fusión con British es una fusión fría: ambas marcas mantienen su independencia y ninguna tira de la otra. Lo único que les une es la cotización bursátil.

Miriam Prat

mirian@hispanidad.com