Para Caja Madrid, lo mejor es la subasta de Iberia y la venta pura y dura. Conte se niega a perder la marca Iberia

El presidente de Iberia, Fernando Conte, se opone a que la marca Iberia desaparezca del mercado. Por eso, más que una venta, apuesta por profundizar en las alianzas actuales. Por ejemplo, con British Airways. Todo ello a pesar de su consciencia de que Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid (casi 10%), que es quien ha iniciado y forzado el proceso de venta de Iberia, le ha cogido el gusto a desinvertir y apuesta por la celeridad. Para ser exactos, Blesa sueña con un duelo entre British Airways y Lufthansa como postores.

Otra cosa que no desea Conte es que las compañías de bajo coste, cada vez más crecidas, entren en un proceso abierto de subasta. Y, por tanto, tampoco le agrada la llegada de grandes fondos, como el Texas Pacific, aún más agresivos que las "low cost", especialistas en destruir empresas a costa de trocearlas y venderlas por partes.

Por tanto, lo que busca Conte es un cercamiento a sus pares. Ahora, prescindiendo de Air France-KLM, inmersas en su propio proceso, hablamos de pocas compañías. Al cierre de la pasada semana, y en millones de euros, esto es lo que valen las aerolíneas con las que Iberia se juega su futuro, así como la propia Iberia:

Lufthansa= 9.369
British Airways= 8.810
Iberia= 3.641
SAS= 2.371
Alitalia= 1.311

Si se repasan las cifras, estaríamos en un mano a mano entre British y Lufthansa. Por otra parte, la fusión o venta con las compañías norteamericanas es más compleja, por cuanto los norteamericanos, tan liberales ellos, no permiten que un extranjero adquiera más del 40% de sus subvencionadas compañías. Sí, subvencionadas dado que los funcionarios norteamericanos están obligados a viajar en líneas norteamericanas, por ejemplo.