Sr. Director:
Hay que humanizar la medicina, hay que estar pendiente del que sufre. El enfermo y sus familares necesitan el apoyo de los sanitarios. Encontrar la paz en el sufrimiento es suficiente.
A veces la cordialidad del médico y de la enfermera, la sonrisa de la celadora, los buenos días de la limpiadora, el silencio de los familiares de habitación... Es posible que no haya otra alternativa que sufrir, que esperar. La noches se hacen eternas, los resultados de las analíticas, la visita del médico, el no molestar, el miedo a la pérdida del ser querido... Quiero dirigirme a los sanitarios para que poniéndonos en lugar del que sufre sepamos poner de nuestra parte lo que en realidad tenemos: la entrega, el servicio y el amor al que sufre.

Antonio Floriano Corbacho