Un desertor, financiado por Qatar -lo cual ya le convierte en sospechoso-, ha entregado al Tribunal de la Haya -sospechoso de por sí- miles de fotos sobre torturas del Régimen sirio. Y este tribunal, tan amante de los derechos humanos, las ha publicado en víspera de la reunión de paz de Ginebra.

De inmediato, Amnistía Internacional (AI) y Human Right Watch (HMR) se han apuntado a la denuncia, sin preocuparles que los yihadistas que luchan contra Damasco, financiados por Arabia Saudí y Qatar, sean aún más bestias que Bashar Al Assad (en la imagen): masacre de cristianos, violación de cristianas -que vivían libremente en Siria hasta ahora-, prostitución organizada para los fervientes coartadores de la libertad, y masacre de enemigos, los musulmanes moderados, con ingesta del corazón de los vencidos y conversión de pueblos sirios en campos de concentración.

De eso no hablan ni AI ni HRW. Bien está pararle los pies a Al Asad que no es un santo, precisamente, pero poniendo a cada cual en su sitio,  no dinamitando una conferencia de paz que tanto ha costado forjar.

Vamos, que la multinacional de los antiderechos humanos se ha aliado con el fundamentalismo islámico más peligroso: el de Arabia Saudí y Qatar, las peores dictaduras de los chiítas de Irán.

Miren ustedes, si quieren juzgar a estas ONG de los derechos humanos pregúntenles por el aborto. No falla. Tanto AI como HRW son abortistas. Es más, en el informe presentado el martes 21 de HRW, un enloquecido directivo afirma que el señor Williamson, llegó a afirmar que las torturas no sólo se producen en Siria sino también en otras partes del mundo. Citó como ejemplo a Hungría. ¿Saben por qué Hungría es la apestada de la Unión Europea que violenta los derechos humanos Porque es defensora de la vida y contraria al aborto. ¡Tiene bemoles, la copla!

Eulogio López

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