Insistimos, la ley catalana contra la homofobia que se acaba de aprobar en el Parlament, no trata de evitar la discriminación de los gays -el homosexual se discrimina a sí mismo al enfrentarse a la ley natural- sino en promocionar el homosexualismo. El lobby gay no es víctima, es verdugo que pretende imponer la homosexualidad obligatoria. Es el mismo camino que ha seguido el lobby feminista con el aborto: primero aborto libre, luego, gratuito, finalmente aborto obligatorio. Y si te opones eres un ultra y/o un homófobo.

Y esto poco tiene que ver con el secesionismo catalán, dado que está ocurriendo en la Galicia pepera y en la Cataluña nacionalista.

Y esto, señor Mas, señor Feijóo (ambos en la imagen) -uno a favor y otro en contra- esto es más grave que el independentismo catalán.

Hispanidad

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