Sr. Director:

Este primer sábado de septiembre, tiene lugar el Festival Sado-Lésbico anual de Berlín. Su alcalde Klaus Wowereit fue elegido en Junio de 2001. Fue decisiva su confesión, al final de la campaña, de su condición gay. Parodió la famosa frase de Kennedy Ich bin ein berliner (yo soy un berlinés). Afirmó Ich bin ein schwul und das ist auch gut (yo soy un gay y eso también es bueno). Fue un éxito, probablemente no por su condición.

Supo sacarle partido a la frase, por asociación con el atractivo triunfador del presidente asesinado. Se interpretó también como prueba de su sinceridad. Pero no había sido sinceridad. Sucedió en realidad que la oposición iba a revelar su condición gay.

La astucia de Wowereit y el marketing hicieron el resto. La contra- maniobra salió perfecta. Pero interpretó mal las causas del resultado, porque inició una frenética campaña para hacer a Berlín la capital del movimiento gay europeo. La oposición está utilizando ahora en su contra su apoyo a esta fiesta y él se ha retractado ya, parcialmente. Después de las inminentes elecciones, ¿será rentable seguir usando el sexo como reclamo electoral? Según el resultado

Teresa Castillo Marín

tcastillomarin@yahoo.es