Sr. Director:

Si los socialistas se oponen a la objeción de conciencia para casar gays, que se preparen los gays para escuchar homilías laicas en el día de su boda. Estamos reunidos aquí para asistir a una boda que debo oficiar por imperativo legal, pero que me parece un simulacro. No porque tenga nada contra ustedes en particular, sino porque si caso gays, acabaría casando harenes polígamos o uniones incestuosas, porque si todo es matrimonio, el matrimonio no es nada, etc. etc. Yo os declaro marido y marido (risa contenida).

Señores del Gobierno, no amarguen a los gays el día de su boda, y que los case el que quiera, sin forzar a nadie; siempre habrá un concejal al que le guste eso o el capitán de un barco dispuesto a eso y a lo que haga falta.

Jaime C. Agustí.

jaimeagusti85@yahoo.es