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El esfuerzo diario de Hispanidad se centra en tres frentes: "Confidencial", "Por lo breve" y "Enormes Minucias"

 

Tras 18 años de vida de Hispanidad, hemos llegado al concepto de moda. Ya saben que las sociedades serias crean tradiciones; las ligeras, sólo modas. Pues bien, en 2014, los expertos, tan amantes de las modas y tan remisos a las tradiciones, aseguran que Internet ha fragmentado la información.

Es cierto. Hablar de fragmentación es otra forma de referirse al periodismo a la carta. Y no tiene por qué ser algo malo. Más que abrir un diario electrónico, lo que la gente -sobre todo los jóvenes- hace es entrar por Google y buscar el asunto que le interesa para leer lo último que se haya publicado sobre ese asunto.

Ahora bien, se fragmenta la información, no la persona, que sigue siendo un sujeto informativamente saturado que precisa seleccionar el aluvión de datos que le llegan. Se fragmenta la información, que no es lo mismo.

El lector, afortunadamente, sigue siendo uno, y busca en la red, no sólo datos, sino también argumentos. La sociedad de la información tiene dos enemigos: el pensamiento único y el pensamiento débil. El primero es grave, el segundo es gravísimo.

El primero significa que el poder quiere dominar, no sólo los bolsillos, sino también las mentes. Todo poder, y el Nuevo Orden Mundial (NOM) es el más poderoso del momento; como el viejo Ajax, quiere una manada de borregos acríticos. Y a eso le llamamos progresismo, porque somos así de lelos.

El segundo, el pensamiento débil, es mucho más grave. Significa que lo que importa en periodismo, o en cualquier otro ámbito, son los datos, no las referencias, las premisas, no la conclusión. Vamos, que un principio vale lo mismo que su contrario y ninguno vale nada.

En Hispanidad intentamos -a lo peor con escaso éxito- evitar el pensamiento débil. No ocultamos nuestra visión cristiana de la vida. Y como somos cristianos, consideramos lo mismo que Chesterton cuando le preguntan por qué se había convertido al catolicismo. Su respuesta era doble. Primero, porque es verdad. Segundo: porque es el único credo que perdona mis pecados.

18 años y seguimos en la brecha. Brindo por nuestra continuidad. Porque mi experiencia de más de 30 años de periodismo me dice que donde más libertad he tenido ha sido en Internet. La fragmentación no me parece un peligro. Lo que me aterra es el reino -en periodismo y en el conjunto de la sociedad- del pensamiento único, que Internet ha roto, pero, sobre todo, me preocupa el pensamiento débil, que la Red no ha podido romper porque es forma, y una forma formidable, pero no puede cambiar el fondo. Es decir, los contenidos, es decir, a las personas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com